El servicio de bici pública compartida de Reus, la Ganxeta, alcanza su cuarto mes de vida con más de 5.000 usuarios registrados, 36.000 viajes y ampliaciones de anclajes y número de estaciones a la vista. «La bici se ha consolidado, la ciudad se la ha hecho suya», celebra el presidente de Reus Mobilitat i Serveis, Daniel Marcos.
De hecho, los primeros balances son tan buenos que el Ayuntamiento ya ha decidido ampliar el servicio. Los primeros pasos ya se están llevando a cabo y se centran en la estación de la plaza de Sant Francesc, cercana al Institut Salvador Vilaseca. Aquí, los operarios están colocando, estos días, más anclajes a los ya existentes.
Una vez terminen las obras, los trabajos se trasladarán a la estación de trenes, donde también hay previsto ampliar el número de anclajes. El objetivo es que estas dos estaciones puedan absorber la alta demanda que tienen, sin que queden saturadas y que, a la vez, siempre haya bicis suficientes.
La ampliación del servicio no acabará aquí, sino que hay previsto crear nuevas estaciones de la Ganxeta antes de que termine el año. Daniel Marcos relata que todavía se están acabado de estudiar las futuras localizaciones, pero señala la avenida de Països Catalans o el este de la ciudad como candidatas.
A medio plazo, cara 2025, también se prevé una nueva estación de la bici pública en la futura estación ferroviaria de Bellissens cuando ésta ya sea una realidad, y también en el Hospital Sant Joan de Reus. Estaciones que se sumarán a las 21 que hay actualmente repartidas por gran parte de la ciudad, desplegadas en la primera fase de la Ganxeta.
«Estamos acelerando el despliegue de la segunda fase», señala Daniel Marcos. Y es que, inicialmente, este avance del proyecto estaba previsto a partir del primer año de la puesta en funcionamiento del servicio, que fue el pasado 29 de enero.
No obstante, «la gente lo está reclamando», comenta el concejal, por lo que se ha decidido empezar a expandir el servicio. Por ahora, esto significará la presencia de más anclajes en más puntos de la ciudad, puntos donde poder aparcar o coger el servicio. Pero no significará el despliegue de más bicis que, por ahora, seguirán en 250 unidades, según comenta Daniel Marcos.
Como detallaba el Diari en febrero, actualmente hay una quincena de barrios donde todavía no ha llegado la bici pública compartida, entre los cuales, la zona de Bellissens o urbanizaciones de las afueras que reclaman el servicio para poder facilitar su conexión con el centro.
El presidente de Reus Mobilitat i Serveis recuerda que ya de un principio hay previstas dos fases más de despliegue de la Ganxeta. Además, están recogiendo las sugerencias de la ciudadanía «que tenemos muchísimas». Ante todo, Marcos subraya que van recogiendo toda la información y se va haciendo un seguimiento del servicio y sus demandas.
Por ahora, los usuarios que más utilizan el servicio son jóvenes menores de 29 años, muchos de los cuales estudiantes. El concejal también señala un público más general y «aunque cuesta más, también hay gente mayor».
La bici pública compartida de Reus fue gratuita durante sus dos primeros meses de vida. Fue a partir del 9 de abril que el servicio pasó a ser de pago, con un tique diario a 1 euro, pero los abonos mensuales a mitad de precio.
Como explica Marcos, el objetivo es seguir incentivando el uso de la bici y, por ahora, la previsión es que se mantenga así hasta el 30 de junio, sin tampoco descartar que pueda prolongarse en el tiempo.
«Teníamos cierto miedo de pasar de un servicio gratuito a pagar de golpe, y apostamos por estas bonificaciones para seguir potenciando su uso», expone Marcos. No obstante, «en ningún momento ha habido una bajada del uso de la Ganxeta, sino al contrario», con una media de 500 viajes al día.