La cámara acorazada del Museu Salvador Vilaseca de Reus

Una visita guiada llevó a los visitantes a conocer los secretos del edificio, que originalmente fue levantado como sede del Banco de España. Desde 1984 es museo, pero su fachada e interior están llenos de referencias

18 febrero 2023 21:42 | Actualizado a 19 febrero 2023 07:00
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El número 59 del arrabal de Santa Anna de Reus es un edificio repleto de sorpresas. Desde 1984 acoge el Museu Salvador Vilaseca, pero quienes tengan más edad recordarán que antiguamente era sede del Banco de España. Algo que, a la vez, es un hecho de por sí curioso. Y es que el banco central solía tener sus sedes únicamente en las capitales de provincia. Que en 1904 se inaugurara una en la capital del Baix Camp demuestra el importante papel que jugaba la ciudad, como relataba ayer por la mañana Paqui Valentín. Ella fue la guía que se encargó de explicar todos los ‘tesoros’ de este emblemático edificio proyectado por Pere Caselles, en aquel entonces arquitecto municipal de Reus.

La visita guiada para conocer la historia del inmueble que ahora alberga el museo empezó a pie de calle, mirando la fachada, que guarda detalles que hablan sobre el edificio y la ciudad. Coronado por el escudo de España, en la puerta principal da la bienvenida el dios Mercurio, simbolizando el comercio. Unas varas de olivo rodeadas por una serpiente nos trasladan nuevamente a la mitología clásica, pero hay también elementos referentes a la industria y a la agricultura, actividades económicas de la ciudad, junto al comercio. A la altura del primer piso, una fecha: 1903. No fue ni cuando empezó a levantarse el edificio ni su inauguración, sino cuando estaba a medio construir, según contó Valentín. Y es que por la prensa del momento se sabe que la primera piedra se puso el 28 de junio de 1902, por Sant Pere –tras demoler el antiguo Teatre Principal– y que fue inaugurado en 1904.

Una vez puestos en contexto, la quincena de visitantes se adentraron a lo más profundo del edificio: el sótano. Bajando por unas escaleras estrechas, se accede a dos salas (actualmente, almacenes de la colección de arqueología): una, la del vigilante, la otra, la cámara acorazada. No era fácil acceder, dado que hay tres cerraduras, con tres llaves distintas y que, cuando era sede del Banco de España, cada llave la guardaba una persona diferente. Todo, por cuestión de seguridad.

$!En el sótano hay la cámara acorazada y caja fuerte de lo que fue la sede del Banco de España en Reus. foto: Alfredo González

Una vez dentro, la sala está llena de armarios, ahora repletos de todo tipo de objetos y restos arqueológicos. Pero destaca un armario en concreto, el que actualmente es el número 21 y que antaño fue la caja fuerte. Nuevamente, tres cerraduras, algún que otro movimiento, tirar con algo de fuerza y las dobles puertas se abren. «Ahora, es un armario más. Lo que hay aquí dentro no es que tenga más valor que el resto», puntualizaba la guía. Lo que sí guarda el armario en su interior son las llaves originales que daban acceso a dicha caja fuerte de puertas azules y presididas por dos placas, donde se lee: «Sucursal del Banco de España Reus» y en la otra, «Ignacio Serrallach Constructor Barcelona».

Los tesoros de la antigua sede bancaria no terminan aquí. Mientras que la planta baja era la destinada a oficinas y atención al público, las otras tres eran viviendas. La primera era para directivos. La segunda, con cuatro viviendas, para empleados de alto nivel. En la tercera planta había ocho para empleados de menos rango, como el servicio. Se nota incluso con el cambio de las escaleras, que dejan atrás el ostentoso mármol y pasan a ser de baldosas. Esta última planta, actualmente está destinada a trabajos de restauración, pero también hay curiosidades, como los Cap Grossos de David Constantí.

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