La imagen de la reformada calle de Salvador Espriu ya se vislumbra. Toda la zona ya es de plataforma única y ahora faltarían acabados, como las zonas ajardinadas y el mobiliario. Las obras, que finalizarán este mismo mes de abril, forman parte de la segunda fase de peatonalización del arrabal de Santa Anna e incluye tanto el tramo entre la calle de Santa Anna y la plaza de Catalunya como la calle de Salvador Espriu, la única área del proyecto que se extiende más allá de lo que es estrictamente el arrabal de Santa Anna.
En todo el ámbito afectado se ha seguido el mismo modelo ya iniciado en la primera fase, cuando se actuó en el tramo comprendido entre la plaza Prim y calle de Santa Anna, levantando el pavimento central, a la altura de la acera, y con color rojizo. En el caso del tramo del arrabal hasta plaza Catalunya, se han mantenido las aceras ya existentes, mientras que en Salvador Espriu, todo el pavimento ha sido renovado.
La intervención también contempla reformas en el drenaje y, ahora, lo que faltaría es el ajardinado. Estas zonas verdes, que ya se visualizan dónde irán ubicadas, servirán para separar el área estrictamente para peatones de la de vehículos. Y es que cabe recordar que se garantizará el acceso al aparcamiento que hay en esta calle.
Ahora que ya se visualiza el aspecto que tendrá la reforma, vecinos y comercios de la zona valoran que la peatonalización de Salvador Espriu supondrá un cambio «en positivo». Una joven que vive en esta calle cree que puede ayudar a vitalizar esta calle y ser un paso alternativo a la calle Llovera, que actualmente ve muy congestionado. Por lo tanto, esto también podría acabar repercutiendo de forma positiva a los comercios «al pasar más gente por aquí», considera. «Creo que puede ser muy positivo», añade. Lo que todavía desconocen los vecinos es dónde se ubicarán los contenedores.
Los trabajos de esta segunda fase de la peatonalización del arrabal de Santa Anna y calle Salvador Espriu empezaron a mediados de octubre, con plazo de ejecución de cuatro meses, teniendo en cuenta que los trabajos se paralizaron durante la campaña navideña.
Las obras suponen una inversión de 721.890,99 euros (IVA incluido) y también contemplan la instalación de sistemas smart city de movilidad sostenible. Esto implica el control de acceso restringido a través de bolardos con identificación automatizada de lectura de matrícula de vehículos, así como cámaras de videovigilancia o puntos de cobertura Reus Wifi de acceso público.
Cuando finalice esta segunda fase se dará por culminado el proyecto iniciado en octubre de 2021, habiendo peatonalizado por completo todo el arrabal de Santa Anna y la extensión por la calle de Salvador Espriu. La primera fase empezó en octubre de 2021 e incluía el tramo entre la plaza Prim y la calle de Santa Anna por 374.650,80 euros.