Artemi Juncosa i Simó, uno de los belenistas más importantes del Baix Camp, falleció este pasado jueves, 8 de agosto, a los 92 años. Natural de Alforja, Juncosa mostró gran interés por los pesebres desde bien pequeño. Esta era su pasión y, a lo largo de su larga y activa trayectoria, elaboró más de 500. Nunca dejó de crear y, de hecho, actualmente estaba preparando su próxima obra.
«Se ha perdido un gran referente de Reus y comarca», se lamenta desde el mundo pesebrista reusense. «Lo hacía por amor al arte, altruistamente. Sin pedir nada a cambio», destacan, a la vez que remarcan que Juncosa era «uno de los pesebristas en activo más importantes».
El funeral se celebró ayer a las 12.15 horas, en la capilla de las Germanetes dels Pobres de Reus, una comunidad a la que Juncosa estaba estrechamente vinculado. La ceremonia fue concelebrada por cinco sacerdotes.
Pesebres desde los 9 años
En una entrevista realizada por el Diari el pasado mes de noviembre, Artemi Juncosa recordaba que desde los 9 años realizaba pesebres, elaborando, al menos, uno cada año. Su importante obra lo llevó a ser reconocido como Mestre Pessebrista por la Generalitat de Catalunya en el año 1992, a raíz de la propuesta de la Congregació Mariana de Reus. De hecho, 14 años atrás, Juncosa cedió buena parte de sus montajes a la congregación. Además, las últimas exposiciones las había realizado en las Germanetes dels Pobres de Reus.
El mundo pesebrista reusense define a Artemi Juncosa como una persona creativa y experimental. Según explicaba él mismo, «lo más difícil en el momento de hacer un pesebre o un diorama es encontrar las figuras adecuadas», a lo que añadía: «Como que a menudo no encuentro lo que quiero, lo fabrico como puedo». Así, cogía figuras en cualquier mercadillo y les daba una nueva vida, como, por ejemplo, convertir un pastorcillo con un cordero en el hombro en San José.