Reus se ha convertido esta mañana en el epicentro de las noticias relacionadas con el 1 de octubre, fecha de celebración del referéndum de independencia de Catalunya.
El último episodio vivido, pasadas las 12 del mediodía, ha sido la expulsión de tres agentes de la Policía Nacional de conferencia convocada por el alcalde Carles Pellicer en la sala de prensa del Ayuntamiento.
Los tres agentes se habían infiltrado, supuestamente, para conocer la versión de los políticos reusenses acusados por el Juzgado de Instrucción número 2 de Reus de enaltecer el odio hacia la Policía Nacional el pasado 3 de octubre, cuando condenaron el exceso de fuerza utilizada para quitar las urnas y solicitaron la retirada de las unidades desplazadas en la ciudad.
Los tres infiltrados han sido detectados desde un primer momento por el propio alcalde y algunos de los concejales presentes por no pertenecer a ningún medio de comunicación. Ha sido entonces cuando Pellicer ha avisado a un agente de la Guardia Urbana, concretamente el que se encarga de su seguridad y de conducir el coche oficial, para que invitase a las personas a identificarse y abandonar sus asientos.
Dos de ellos lo han hecho, pero había un tercero más escondido entre las cámaras de televisión. Ha sido de nuevo Pellicer quien antes de iniciar su discurso ha esperado a que abandonara la sala. Cabe recordar que las ruedas de prensa convocadas por el gobierno municipal permiten solo la presencia de los periodistas y del personal de comunicación de los partidos.
Los agentes se han marchado a las 12.15 horas y seguidamente ha empezado la rueda de prensa para valorar la denuncia presentada por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), y admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 2 de Reus por un presunto delito de 'incitación al odio', contra él y los concejales que firmaron el manifiesto de condena a la represión policía del 1-O y pidiendo la retirada de los agentes de refuerzo de la ciudad.