Los terrenos de la estación de mercancías de Renfe, ubicados junto a la avenida del Comerç, donde se instaló firaReus durante cuatro años, siguen sin un futuro definido. La idea del Ayuntamiento viene siendo, desde hace años, la de darles una utilidad y poder ofrecer al mismo tiempo una mejor imagen de esta zona de la ciudad, marcada hoy por la presencia de este vasto y vacío solar. Pero se trata de una actuación que no se presenta nada fácil y que de momento no está prevista, al menos a corto plazo.
Con el paso de los años y teniendo en cuenta el crecimiento que ha experimentado Reus, el espacio ha acabado encontrándose prácticamente en el centro de la ciudad, rodeado de viviendas y con mucho movimiento a su alrededor. «Hay que resolverlo bien y desarrollar una operación que resulte interesante desde el punto de vista urbanístico, mejorando la conexión con el barrio Gaudí y la parte nueva», manifiesta el concejal de Urbanisme, Marc Arza, quien lamenta que el paso de la vía férrea divide la ciudad y no favorece a la uniformidad de la trama urbana. En todos estos años Renfe ha realizado varias propuestas. Pero ninguna de ellas ha llegado a tomar forma. Y es que el Ayuntamiento señala que se han puesto varias opciones sobre la mesa e incluso se han llevado a cabo estudios previos. Pero para decidir qué hacer y hacia dónde ir deberán definirse sus usos, sean residenciales, comerciales, zona verde o el que se considere oportuno.
Ahora mismo el proyecto está en medio de un proceso de revisión que va ligado a la modificación del Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM). Habrá que trabajar a fondo esta cuestión pero, como insiste Arza, su intención es retomar el contacto con Adif para definir el futuro de este espacio. Y es que, «si las acciones a desarrollar se llevan a cabo de acuerdo con los propietarios de los terrenos, o al menos de forma que estén informados, es mucho mejor para el proyecto», apunta el edil.
Lo que sí que está claro, de momento, es que todo ello depende de los cambios en el plan urbanístico. Y hay que tener muy en cuenta, además, la viabilidad y los espacios pendientes. Algo que a día de hoy es complicado porque puede llegar a representar una carga tan elevada que hace inviable prácticamente cualquier actuación. Si esto no cambia, sería complicado que algún promotor se animara a desarrollar allí algún proyecto.
FiraReus se trasladó provisionalmente a la avenida del Comerç tras dejar las instalaciones de la avenida Sant Jordi y a la espera de que se construyera el Edifici Tecnoparc. Estuvo allí cuatro años, desde 2008 hasta 2011, y a partir de entonces han salido a la luz varias propuestas para los terrenos, como una estación de autobuses o incluso la creación de una zona de aparcamiento. De momento todo sigue igual y el futuro del vasto solar sigue siendo tan incierto como el primer día.