Las rebajas de verano no empiezan oficialmente en Catalunya hasta el próximo 1 de julio, fecha recomendada por el Consell Assessor de Comerç de la Generalitat. Además, el domingo siguiente día 2 de julio los comercios podrán abrir libremente para aprovechar este inicio de los descuentos en las tiendas, una situación que -según el calendario catalán- se extenderá hasta el 30 de agosto.
A pesar de esta recomendación del Consell Assessor de Comerç de la Generalitat (un órgano consultivo y asesor adscrito al Departament d’Empresa i Treball e integrado por la Generalitat, personalidades representativas del sector, asociaciones, cámaras de comercio, entidades municipales y sindicatos), las grandes firmas de ropa hace tiempo que van por libre y se adelantan a este inicio de las rebajas.
En el caso de Reus, tan solo hace falta darse una vuelta por la Fira Centre Comercial (espacio donde se concentran algunas de estas franquicias) para ver carteles anunciando las rebajas en algunas tiendas como, por ejemplo, Women’Secret, Cortefiel, Sfera, Springfield o Koroshi.
Este ambiente de rebajas en algunas de las tiendas del centro comercial de la avenida de Sant Jordi, contrasta con el de absoluta normalidad en el comercio del centro de la ciudad, a excepción de algunos establecimientos franquiciados -como Bimba y Lola de la calle Llovera o C&A del Pallol- que sí que han avanzado las rebajas.
Eduard Cano, de la tienda de ropa Cottoni de la calle de la Galera de Reus, tiene muy claro el motivo por el que para ellos no tiene sentido adelantar unos días las rebajas. «Nosotros las empezaremos el 1 de julio. Junio es un mes en el que vendemos bastante y avanzarlas para vender la ropa de temporada rebajada nos perjudica. No tenemos necesidad de adelantarla», explica al Diari este joven comerciante.
Además, este año se ha dado una circunstancia diferente a la del pasado, «que el calor no ha llegado tan pronto como lo hizo en 2022. Ahora hace una semana que tenemos calor y buen tiempo y estamos vendiendo bien nuestra ropa de temporada, por lo que no nos sale a cuenta adelantar las rebajas», comenta Eduard Cano, quien también añade que «las rebajas ya no son lo que eran hace tiempo y han perdido bastante fuerza. Las ventas por internet, los descuentos encubiertos que hay durante todo el año, etc., hacen que los clientes ya no esperen tanto las rebajas como lo hacían antes».
Este comerciante contrasta las diferentes maneras con las que afrontan este periodo de rebajas las grandes franquicias y el pequeño comercio. «Las grandes marcas se aprovechan de las rebajas para colocar productos de otras temporadas. Nosotros no. Tenemos un respecto hacia nuestros clientes, que se están esperando al día 1 de julio para encontrar algo más barato el producto de este temporada», asegura Cano.
La temporada de rebajas de verano coincide con la llegada de turismo a nuestra ciudad, una situación que Eduard Cano duda que este verano pueda ayudarles mucho. «Hace cuatro o cinco años sí que nos aprovechábamos más del turismo en las rebajas de verano, sobre todo del ruso. Pero últimamente se ha parado un poco, aunque es cierto que hemos tenido dos años de pandemia», sentencia.
Otro comerciante que no ve sentido adelantar las rebajas de verano es Toñi Martínez, de la tienda de ropa Cloe de la calle Llovera. «Si empiezan demasiado pronto no te da tiempo de vender el producto de temporada. Tendrían que empezar el 1 de agosto, como pasaba hace muchos años y así podríamos poner más saldo. Hace tiempo que me dedico a la venta de ropa y recuerdo que las rebajas, antes, siempre empezaban el 1 de agosto. Hasta que llegó, creo que fue El Corte Inglés, y las adelantó al 1 de julio», comenta esta comerciante.
Aunque oficialmente dan inicio el 1 de julio, Toñi Martínez explica que «como el 29 de junio es festivo en Reus, el día antes (el 28) lo dejaré todo preparado para el viernes 30 abrir ya con las rebajas en marcha. El fin de semana del 1 y 2 de julio esperamos a muchos clientes». Por último, Toñi Martínez incide también que «cuando empiece las rebajas haré descuentos de ropa de temporada, no como las grandes cadenas que aprovechan para poner saldos de otras temporadas».
Movimiento
A pesar de que las rebajas no darán inicio de manera oficial hasta el 1 de julio, desde Unió de Botiguers, su presidenta, Rosa Lucas, admite que «el pequeño comercio, a nivel particular, también se está moviendo porque las ventas están paradas. No nos perjudica que las grandes marcas empiecen las rebajas, al contrario. Hace tiempo que los grandes hacen lo que quieren, pero el pequeño comercio no se queda quito y también se mueve para hacer sus descuentos». Respecto a la situación delicada de la economía de muchos hogares, con un descenso en el gasto, Lucas reconoce que «aunque personalmente no ha afectado a mi negocio, hay compañeros de la Unió de Botiguers que sí lo han notado. Todo suma para que al final el cliente no gasta tanto. Se calcula que el consumo ha bajado entre un 12% y un 15%».
Por su parte, el presidente de El Tomb de Reus, Jacint Pallejà, tiene muy claro que uno de los factores que han llevado a las grandes marcas a adelantar las rebajas de verano es que «las ventas no están yendo excesivamente bien». No obstante, Pallejà recuerda que «el tema de las rebajas ha evolucionado mucho en los últimos años. Antes era algo mucho más esperado por los clientes porque, por ejemplo, no existían ‘oulets’ donde poder comprar rebajado durante todo el año. Por eso, y aunque haya clientes que las esperen, las rebajas no tienen el peso que tenían antes».
El presidente de El Tomb de Reus defiende que, a pesar del adelanto de las rebajas por parte de las grandes marcas, «el sol sale para todo el mundo y todos -tanto los grandes como el pequeño comercio- tienen su segmento de clientela. Además, el cliente no es tonto y entiende que cuando el pequeño comercio multimarca hace rebajas es porque realmente está liquidando el producto de temporada y lo aprecia y valora». Jacint Pallejà reconoce que se está notando un descenso «del poder adquisitivo de la gente y un descenso en las ventas. ¿Porqué? No existe una sola razón. Por un lado, somos herederos de que, a lo mejor, ahora la gente prefiere gastarse el dinero en ocio, como comer en un restaurante o tomarse una cerveza, antes que en ropa. También es cierto que hay gente que no se lo puede permitir y a lo mejor el que sí puede hacerlo ha cambiado sus hábitos de consumo». Por último, Pallejà anima a la gente a que «aproveche las rebajas cuando empiecen».