Por la avenida Sant Bernat Calbó de Reus pasea una chica con un perro. Llega a la altura del Lidl, quiere cruzar, pero en ese punto no hay un paso de peatones. Mira a izquierda y derecha. No viene ningún coche y acelera el paso, traviesa dos carriles de circulación y se para al llegar a la mediana. Ahora, pasan coches que bajan por la avenida y otros salen del parking del supermercado. Cuando no hay ‘peligro’, cruza el último tramo de avenida y pisa, definitivamente, la acera. Reconoce que siempre lo hace así. «Es que no hay pasos de peatones. Caen lejos. Un montón de gente lo hace», se excusa mientras pasea el perro.
Es jueves por la tarde. Los niños ya han salido del colegio y es hora de ir a comprar. Sólo hace falta observar durante un rato para ver que este no es un caso aislado, sino que es más que habitual. En menos de un minuto, la escena se repite al menos tres veces. Los pasos de peatones no es que estén excesivamente lejos de este punto (hay a unos 150 metros), pero coincide que precisamente donde hay el supermercado no hay un paso y la gente prefiere cruzar recto. Un joven que vive en la zona del Mercat Central también se dispone a cruzar por en medio. Comenta que la ciudad tiene «muchas carencias». «No se trata solo de la falta de pasos de peatones en este punto, sino que es algo generalizado. En la estación de buses invirtieron 100.000 euros y no se ha notado nada. Está en malas condiciones igual. Se tiene que invertir más en la ciudad, mejorar la seguridad», comenta.
Una larga reivindicación
La presidenta de la Associació de Veïns La Pastoreta, Puri Flores, recuerda que hace ya «mucho tiempo que reclamamos mejoras en distintos puntos conflictivos de la avenida Sant Bernat Calbó». Recuerda que este tema lo han tratado con el Ayuntamiento de Reus, «y también pedimos que se hicieran algunos cambios a través de los presupuestos participativos, pero nada. Hay que movilizarse», exclama. Señala que ahora hace tiempo que no se produce ningún accidente en esta avenida, «pero ha habido algún atropello, sí. Se tendrían que cambiar algunas cosas para mejorar la seguridad, pero de momento, y a pesar de que hace años que se reivindica, no se ha hecho nada», denuncia Flores.
De hecho, muchos de los que cruzan por la avenida son vecinos o provienen del barrio de La Pastoreta: desde la calle de Pere el Cerimoniós, pasando por la calle de Peñíscola y hasta llegar a Sant Bernat Calbó, donde el supermercado queda justo enfrente pero, en cambio, no hay ningún paso de peatones en ese punto. Desde allí, hay dos opciones: o dirigirse hasta el cruce con calle de Miami (130 metros), donde el tráfico está regulado por semáforos y desde allí retroceder hasta el súper; o ir hasta el paso que hay en la rotonda con plaza de Europa (unos 150 metros). A pesar de haber estas dos opciones, muchos son los que optan por arriesgarse e ir en línea recta. Parece que los coches ya están incluso acostumbrados, y reducen la velocidad al ver alguien por en medio de la avenida. Aun así, no todos tienen la paciencia y un coche pita a tres jóvenes que han cruzado demasiado justo.
Cabe recordar que ya en 2014 se construyó el paso elevado que hay a nivel de la gasolinera situada a la altura del número 43. Era una reclamación de la Associació de Veïns Monestir, que venía advirtiendo de la necesidad de construir varios de estos pasos de peatones en la avenida para reducir la velocidad de los coches. También pidieron un paso elevado cerca de la rotonda de los Llàpissos, pero no prosperó.