El mercadillo que, todos los miércoles, se coloca alrededor del Mercat del Carrilet, cambiará de ubicación. Las paradas del Mercat de Marxants ocupan ahora el entorno del pasaje de Lluís Mas i Ossó hacia la calle Escultor Rocamora y Jaume I. Y se trasladarán, tal como confirman fuentes municipales consultadas, a la avenida del Carrilet.
Esa es, al menos, la «previsión inicial». El gobierno, según precisan las mismas fuentes, está «aún trabajando» en el encaje de la actividad en esa futura localización. Y es que la superficie se encuentra ocupada en buena parte por un parque infantil y mesas y sillas de bares.
Los restauradores temen que los nuevos planes repercutan en sus terrazas, que «generan el grueso de la caja», y avisan de que «no las quitaremos». El Ayuntamiento asegura que el paso «en ningún caso supondrá reducirlas», aunque no concreta de qué manera se articulará la convivencia con el mercado ambulante en los cerca de 150 metros de longitud que ofrece la zona. Una alternativa sería reformular el Mercat de Marxants, pero «todavía se está redactando el proyecto» y «el formato ya se verá».
En cualquier caso, la intención es que el movimiento se acompase con la entrada en funcionamiento de la nave del número 20 de la avenida del Carrilet que el consistorio acaba de comprar para que se muden a ella los negocios del Mercat del Carrilet, cuyas concesiones prorrogadas expiran en 2024.
Preguntados al respecto, desde el bar Alhambra 5 explican que «el Mercat del Carrilet puede atraer a más gente a esta parte y aumentar la circulación de personas y, al tenerlo tan cerca, también podremos comprar productos para nosotros mismos». Sin embargo, sobre el mercadillo, «será difícil compatibilizar una cosa con la otra y los locales tenemos las terrazas aquí, no podemos quitarlas porque son los que más ingresos nos traen», sostienen.
También en el Forn Dalí Bakery opinan que el desembarco de las paradas de alimentación en la nave de la avenida «creará más vida», pero «seguramente el mercadillo no quepa» en la avenida. Y desde el bar Alhambra –distinto del anterior– coinciden en que el montaje de los marxants «es amplio y difícilmente quepa». Los restauradores recuerdan que «pagamos por las terrazas».
La Associació de Marxants de la Demarcació de Tarragona prefiere no valorar públicamente el proyecto de reubicación hasta que esté más maduro. También los paradistas del Mercat del Carrilet se mantienen a la espera de que el gobierno les exponga la concreción de las líneas de su traslado, que ha iniciado los pasos en firme a menos de un año de las elecciones a la alcaldía. En este sentido, se mantienen a la expectativa. La portavoz del colectivo, Maria Jesús Querol, se limita a apuntar que «queremos quedarnos donde estamos» porque «ya tenemos un mercado».
Los vendedores habían expresado, en el momento en que el Ayuntamiento anunció la compra de la nave del número 20 de la avenida del Carrilet, dudas sobre las opciones para realizar la carga y descarga y sobre el parking municipal, que no cuenta con salida dentro de la nave, así como descontento con que el edificio tenga una sola fachada. Habían comentado, también, que «los techos son de uralita y harán falta trabajos complejos para retirarlos». Ahora, los paradistas están pendientes de que «nos acaben de contar qué pasará» y recuerdan que «el Mercat del Carrilet ya existe y estamos contentos aquí».
El Ayuntamiento ha invertido 850.000 euros en la compra de la nave del 20 de la avenida del Carrilet, que se formalizó este mes. El edificio dispone de unos 2.074 metros cuadrados construidos y 1.873 útiles para espacio de venta. Además de albergar el Mercat del Carrilet, también acogerá un supermercado.
«Las obras deberían haberse hecho 12 años atrás»
Mientras tanto, la transformación completa de esta zona de Reus ya ha arrancado con los trabajos de reforma de las calles Joan Ramis, Tetuan y Canal. La intervención cuesta 451.927 euros, se alargará 10 meses y forma parte de las propuestas del proceso participativo para la puesta al día del barrio del Carrilet. En estas calles, las aceras se están ensanchando –llegarán a tener entre 1,8 y 2,2 metros– y se está suprimiendo zona blanca de estacionamiento.
Isabel Reis pasa a menudo por allí. Es voluntaria de Amics de la Gent Gran y acompaña a una señora de 91 años que usa caminador. «Que las aceras sean más amplias nos viene muy bien porque con el andador era difícil pasar y había baldosas sueltas», apunta. A Ana Murillo, que acaba de instalarse en la calle Tetuan y ha tenido que «hacer el cambio en medio de las obras», le gustaría «que hubiese más parking gratis». Y para Rubén Llauradó, que tiene un negocio de maquinaria en la calle Canal, «todo dependerá de si se ponen zonas de carga y descarga, porque para mí son casi imprescindibles».
Nadie duda de que la reforma era necesaria. Otro vecino, Omar Bresan, afirma que «estamos muy contentos con la obra y hacía falta porque las aceras eran muy angostas, llevaban un largo tiempo así y los abuelos se caían». Que haya menos plazas para aparcar «me parece bien porque había muchos coches que se quedaban durante días», dice.
Y Ángel Soriano recuerda que «llevábamos 12 años esperando esta actuación porque, cuando se construyó el parking del Carrilet, ya se tenía que haber realizado pero el Ayuntamiento solo se preocupó del aparcamiento». Del traslado del Mercat, opina que «no hay que moverlo porque ya hay uno, no tiene sentido acercarlo al centro que ya tiene el suyo y aquí el mercadillo tampoco va a caber».
Vecinos de la comunidad de la calle Canal que prefieren no aportar su nombre piden que las obras «resuelvan los estancamientos de agua», que «se reforme el actual Mercal del Carrilet en lugar de moverlo a otro sitio» y lamentan que «urbanísticamente, esta zona es un desastre».