Las entidades comerciales La Unió de Botiguers y El Tomb de Reus se mantienen activas impulsando sus acciones de dinamización comercial correspondientes. En el caso de La Unió de Botiguers está promoviendo las ventas mediante la tarjeta de fidelización Gaudim Reus, presentada a finales del año pasado, y que está registrando, a principios de este, unos resultados «satisfactorios», cuenta la presidenta de la agrupación comercial, Meritxell Barberà.
«La ciudadanía ha acogido muy bien la iniciativa. El volumen de personas que la han solicitado ya pasa de las 800», especifica. Como recordatorio, esta tarjeta, que tiene tanto formato físico como digital, permite sumar puntos en las diferentes compras que se realicen y, además, permite disfrutar de descuentos cada vez que se presente al efectuar la compra. «Permita acumular dinero e incentiva al comprador. Con ella organizamos sorteos, además. Los organizamos de forma mensual», añade.
Por ejemplo, este mes se sortean, a propósito de la Gaudim Reus, 15 lotes de productos de proximidad, «de la tierra –como vermut, avellanas, aceite de oliva, etc.–». «Todas aquellas personas que hayan realizado una compra y hayan utilizado la tarjeta participan, pues los datos de los participantes ese mes quedan registrados. Premiamos la fidelidad», detalla.
El objetivo es que «al cliente se le premie y elija entre ir acumulando o usar sus puntos», informa. Poco a poco, la tarjeta se va implantando en la ciudad, con cada vez más negocios aprendiéndola a usar. «Se premia a los clientes desde el primer momento, no hace falta que superen ningún límite de participaciones. Simplemente, hay que tener presente que cada vez que se acuda a un negocio de La Unió de Botiguers se enseñe», sostiene. Destaca, también, que el hecho de tenerla permite a los establecimientos informar, «especialmente de las últimas novedades».
Desde Casa Borrull, Carles Borrull, se muestra contento con la iniciativa. «Los clientes están acostumbrados a tener tarjetas de fidelización de grandes superfícies o supermercados, con lo que esta iniciativa no les es, para nada, extraña», dice. «Al principio, al presentarse la idea públicamente, fuimos informando a nuestros clientes y preparando tarjetas. Hemos aplicado un porcentaje de descuento determinado, adecuado a nuestra realidad; los compradores nos lo agradecen y es un incentivo para que vuelvan», constata.
Sensibilidad y asiduidad
Lo beneficioso de la Gaudim Reus, expresa Borrull, es que «se adapta a las posibilidades de cada comercio, los clientes van acumulando puntos y pueden usar la tarjeta en cualquier establecimiento de La Unió de Botiguers, beneficiándose de sorteos en los que pueden conseguir regalos; aprecian, además, que sea algo único de Reus, local», completa.
Sobre el perfil que se la ha acabado haciendo «es variado, como lo es nuestra clientela; tener una Gaudim Reus no supone un estorbo». «Al final compensa si eres asiduo en el establecimiento», manifiesta. Explica que se ha recibido con agrado porque «hay mucha gente preocupada y sensible por el cierre de tiendas en Reus y muchos apuestan por comprar en las de proximidad».
Marta, del negocio de decoración para el hogar Draps de Casa, valora la iniciativa como «positiva». «Encontramos que es buena para el negocio local y, por eso, nos adherimos. En nuestro caso, la iniciativa aún está arrancando y esperamos que en los próximos meses los clientes se animen mucho más», hace saber. Por su parte, El Tomb de Reus impulsó la Tòmbola d’El Tomb durante la temporada navideña. Se trató de una iniciativa en la que los más de 50 establecimientos sumados y el Gaudí Centre tenían previsto distribuir –hasta princios de este enero, pues se prorrogó hasta el día 9– 17.457 boletos a 50 céntimos cada uno. Esta participación, aparte de estar sujeta a premios directos y descuentos, contribuía a recaudar dinero que iría directo a cuatro entidades de carácter solidario: Reus Refugi, la campaña de Creu Roja ‘Cap nen sense joguina’, la Associació de Salut Mental Dr. Tosquelles y la Fundació Mn. Frederic Bara i Cortiella.
Aunque el Tomb aún tiene que realizar el recuento total, el presidente del Tomb de Reus, Jacint Pallejà, constata que «estamos contentos con la participación de la ciudadanía y sabemos que a la mayoría le ha gustado esta doble vertiente premios/social».
Apunta que al «no haberse vendido todos los boletos, obviamente, no se han acabado repartiendo todos los premios». Aun así, los que ya han sido entregados han sido recibidos positivamente. Hasta el momento, se han repartido varios, como es el caso de uno de 1.200 euros y otros dos de 600.
«Por ahora, sabemos cómo les ha ido a los vales de compra. Los premios restantes se habrán repartido mezclados. Como la mayoría, todavía están en período de validez, seguro que todavía hay algunos pendientes por canjear», indica. Pallejà admite que «somos conscientes de que, tal vez, se podría haber hecho más difusión de la Tòmbola d’El Tomb». «También sabemos que el repunte de la pandemia, causado por la variante ómicron, ha jugado en contra», asegura.
Hace hincapié en que hay premios en formato de descuento o tipo Bons Reus, que «te conducen a un establecimiento determinado y que, a menudo, no coincide con la necesidad del cliente». Establece que es «normal que muchos negocios que invierten en premios sean los que los reparten». En este sentido, anima desde El Tomb a que «si un premio no le encaja a alguien, siempre se lo puede dar a quien lo pueda aprovechar». Pallejà recuerda también que, por Reyes, entregaron juguetes a los más pequeños, como llevan haciendo hace ya unos años. Este, destaca, han entregado más presentes que en otras ocasiones. Sergi Llambrich, al frente del restaurante Cal Gallisà, explica que la acción de la Tòmbola ha sido «muy positiva, ha atraído a mucha gente que ha querido contribuir con una buena causa; hemos repartido varios boletos y esto anima a que la gente, en el futuro, espere la iniciativa con ganas, pues hay regalo asegurado», resalta.
Elena, de Sony Center, pone de relieve tres factores por los que hay que apostar por esta iniciativa: «Por las sinergías que se crean entre los negocios participantes; porque al cliente final lo alegras con un premio; y, por ese valor añadido con el que nos quedamos todos, que es poder ayudar a varias entidades mientras trabajas». Elena da valor a este tipo de ideas, que promueven una buena actitud y hace que ciudadanía y comercio trabajen unidos.