Hay labores y hay labores. Y la que se lleva a cabo desde el Centre Social el Roser es una de esas digna de admirar. A él acuden, a diario, decenas de sin techo, personas necesitadas o personas con riesgo de exclusión social a sabiendas de que, una vez se hayan ido de allí, lo harán con una pequeña sonrisa en el corazón.
El Centre Social El Roser es un equipamiento municipal integrador, inclusivo e innovador, que desde el año 2022 depende del Área de Servicios a las Personas y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Reus. Albert Farré, director del centro, explica que dispone de tres servicios: el de alimentación del comedor social, el de despensa para que quien lo necesite pueda llevarse comida a casa, y el de alojamiento para las personas sin techo.
La coordinación del primero de estos servicios, el de alimentación del Centre Social el Roser, va a cargo de la empresa Arada i Fitei, y la responsable de gestionarlo es Ingrid Lucas Guarque. Ella misma explica que la empresa tiene como requisito indispensable «que las personas que contratamos sean usuarios de servicios sociales en riesgo de exclusión social a las que les ofrecemos un servicio de seguimiento personalizado con el objetivo de que terminen incorporándose al mercado laboral ordinario». Para ello «impartimos diferentes cursos de formación que les ayudan a conseguir este objetivo».
Para el buen funcionamiento del servicio, en el año 2012 –cuando el centro estaba gestionado por Cáritas–, se puso en marcha el Programa de Gestió Alimentària de Reus, un programa que se basa en la recuperación de alimentos frescos y cocinados para persones con pocos recursos económicos de la ciudad. Ahora, el Centre Social El Roser recibe alimentos frescos y cocinados a través de este programa. Es decir, des del area de Bienestar Social del Ayuntamiento de Reus se trabaja para transformar un residuo en un recurso y complementar así una necesidad básica en este caso, la alimentación.
En este punto, el director del centro explica que la entidad sin ánimo de lucro, Taller Baix Camp «se desplaza a los supermercados de Reus para recuperar aquellos productos que quedan fuera del circuito comercial pero que son aptos para el consumo humano». Mercadona es uno de los supermercados que colabora con el Centre Social el Roser, algo que ya hacía anteriormente, cuando el centro todavía no estaba en manos del Ayuntamiento de Reus. Por ello es el propio servicio del comedor social quien se encarga de recoger los productos de Mercadona. De la distribución, recogida y triaje de los alimentos del resto de establecimientos colaboradores se ocupa el Taller Baix Camp que implica, remarca Farré, que «se fomenta la ocupación de personas con discapacidad».
Con cuatro días de margen
El elevado número de usuarios del Centre Social el Roser conlleva que Mercadona colabore diariamente con el servicio de alimentación del comedor social. A la entidad les llega, mayoritariamente, productos frescos: carne, pescado, embutidos, lácteos, productos de horno... Siempre priorizando al máximo la calidad y la seguridad alimentaria. En este aspecto, desde Mercadona aseguran que «el Centre Social El Roser ofrece la máxima fiabilidad».
Por otra parte, la empresa explica que incluye en el etiquetado de sus productos «un código interno que nos indica que tenemos que retirar un producto de la venta, que coincide a los cuatro días previos a la fecha de su consumo preferente». Estos productos «los donamos a las entidades sociales para que puedan gestionarlos dentro de este tiempo». Este margen temporal, aseguran, solo lo ofrece los superemercados de marca Mercadona.
En el marco del compromiso que mantiene con la sociedad catalana, la compañía ha continuado colaborando en 2023 con los colectivos más vulnerables a través de diferentes iniciativas solidarias, como la donación de productos de primera necesidad. En este sentido, Mercadona repartió 3.524 toneladas a 163 entidades sociales y organizaciones benéficas con las que colabora habitualmente en Catalunya, el equivalente a 58.734 carritos de la compra.
Asimismo, colaboró desde todos sus supermercados en campañas de captación como la Gran Recogida o la Operación Kilo, organizadas por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL).