La ‘batalla’ entre los propietarios de la antigua Clínica Fàbregas y el Centre Mèdic Quirúrgic Reus (CMQ) sigue más abierta que nunca desde que el pasado mes de junio los primeros anunciasen que rescindían el contrato de alquiler que tenían con este centro médico -dependiente del Hospital Sant Joan de Reus- desde 1998.
A pesar del anuncio, por parte de la familia propietaria del edificio, de la ruptura de este compromiso -acogiéndose a un artículo del contrato marco en el que se especificaría que cualquiera de las dos partes puede rescindir el contrato avisando con un año de antelación-, desde el CMQ Reus hacen oídos sordos e insisten en que este contrato sigue en vigor. Según ha podido saber el Diari, la dirección de este centro médico envió el pasado 29 de julio un burofax a los propietarios de la clínica donde, entre otras cosas, les recordaban que este contrato de arrendamiento sigue vigente.
Esta posición contrasta con las declaraciones del alcalde de Reus, Carles Pellicer, recogidas por el Diari en su edición de este pasado domingo 7 de agosto, en las que daba por hecho que el CMQ Reus dejará el edificio de la Fàbregas y admitía que el antiguo Hospital Sant Joan de Reus es la primera opción para acoger la actividad de este centro. Por su parte, la concejal de Salut, Noemí Llauradó, en la misma línea confirmaba que «sea cual sea la ubicación final del Centre MQ, siempre se garantizará tanto la actividad como los puestos de trabajo». Es decir, mientras los responsables políticos de este centro médico buscan alternativas de traslado, paralelamente, desde la dirección no reconocen la decisión unilateral de los propietarios del edificio de romper el contrato de arrendamiento entre ambas partes.
Además, y según ha podido saber también esta redacción, en el mismo burofax enviado a la familia Fàbregas por parte del CMQ Reus también les recuerda que el derecho de acceso a sus instalaciones es el que estipula el propio contrato. Es decir, que está supeditado a que avisen con 48 horas de antelación y que siempre identifiquen a la persona o personas que accederán al edificio y el motivo.
Intentando aclarar cual es la postura del Ayuntamiento de Reus ante esta última notificación del CMQ Reus a la propiedad de la clínica, fuentes municipales se han limitado a asegurar al Diari que «el contrato actual sigue vigente y, por lo tanto, las relaciones con la propiedad se regulan según este contrato». Además, desde el consistorio insisten también lo que ya avanzó Pellicer el pasado domingo, que «la primera opción del Ayuntamiento es el traslado del Centre MQ al antiguo Hospital Sant Joan».
La noticia sobre la ruptura del contrato por parte de la familia Fàbregas con el CMQ saltó a finales de junio, aduciendo los propietarios que la decisión la habían tomado por una falta de confianza con la dirección del centro. Aunque desde el consistorio no cerraron, al menos públicamente, la puerta a llegar a un acuerdo, la familia Fàbregas insistió en que la decisión ya estaba tomada. Días más tarde, el Diari recogió una información -a través de diversas fuentes- en la que aseguraba que la Clínica Fàbregas había pedido cuadruplicar el precio del alquiler hasta los 900.000 euros al año, extremo que los dueños negaron.