Las primeras actuaciones vinculadas a la transformación urbanística del Carrilet han comenzado a tomar forma. El gobierno trabaja ya en al menos dos intervenciones concretas. Estas, tal como indica al Diari la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, «tendrán que ver con la mejora de la calidad del espacio público en algunas calles y mejoras en la iluminación».
Se trata, añade, de «ideas que tenemos muy avanzadas, cuestiones que hemos podido detectar a raíz de las conclusiones que obtuvimos con el proceso participativo» llevado a cabo entre septiembre y diciembre de 2021 y que dejó 4.908 aportaciones. El calendario para estos primeros cambios en el barrio y su entorno se concretará en los próximos días.
Por otro lado, en pocas semanas, el Ayuntamiento sacará a licitación el «documento de anteproyecto de transformación urbanística para toda el área». El anteproyecto «definirá la superficie» sobre la que se va a trabajar, que podría ampliarse. El concurso público «irá a dos vueltas: en la primera, se tendrán que presentar los equipos con una propuesta de encaje, con fórmulas que se podrán ver en planos y gráficos; y, después, se valorarán y se acabará adjudicando a un equipo la redacción como tal». Berasategui precisa que «en principio, al mismo equipo se le encargará el documento de modificación urbanística», que consiste en «un trámite legal para que el anteproyecto que se acabe definiendo sea viable normativamente».
«Todo esto pasará dentro de este mismo mandato», destaca la concejala de Urbanisme, que especifica que «a lo largo de las siguientes fases se encargarán los proyectos ejecutivos». Pese a que «antes de saber cómo serán los edificios y los espacios públicos que definirá el anteproyecto es muy difícil decir cómo arrancarán las obras», Berasategui apunta que «ya estamos avanzando para que sean consiguientes a la finalización de la redacción de los documentos».
El presupuesto conjunto que se ha reservado para la elaboración del anteproyecto de transformación del ámbito del Carrilet, el documento de modificación urbanística, las primeras reformas en algunas calles y las mejoras en el alumbrado ronda los 800.000 euros.
Espacios y edificios
Pero, ¿qué implicará todo ello para esta zona de la ciudad? Berasategui explica que «hace muy poco, rendimos cuentas de los resultados que dejó el proceso participativo en el que consultamos a la ciudadanía sobre aspectos concretos y necesarios para sacar adelante una transformación así, como son los usos que se necesitan en esta área y los criterios que la población cree que hay que tener en cuenta para diseñarlos». Con las sugerencias y las estadísticas en la mano, «recientemente tuvimos una reunión de gobierno con la finalidad de acabar de validar por completo esos datos sumados o cruzados también con lo que teníamos previsto allí».
En su exposición pública de las conclusiones del proceso, el gobierno explicó que la ciudadanía reclama principalmente equipamientos socioculturales como «salas polivalentes, bibliotecas, espacios cívicos o para jóvenes» y también de tipo sanitario y asistencial, que serían «centros de atención primaria o centros de salud mental» en el Carrilet. Los participantes en la consulta quisieran contar con más locales comerciales que podrían ser «quioscos, panaderías, pescaderías o carnicerías». En cuanto a los espacios públicos, los de actividades coparon un 67,5% de las ideas aportadas, especialmente orientados a las «zonas de encuentro, zonas de juego, donde poder relacionarse o donde hacer deporte», pero la población destaca igualmente la necesidad de disponer de espacios naturales.
Además, la intención de la que partía el gobierno era ubicar en el Carrilet un albergue-residencia que durante el curso académico funcionase como residencia de estudiantes y fuese albergue familiar en fin de semana, crear un nuevo punto para entidades y artistas, remodelar la estación de autobuses y generar espacios de coworking y vivienda dotacional para jóvenes, así como un nuevo lugar de venta de producto fresco y de proximidad. En cualquier caso, todavía habrá que esperar para conocer a ciencia cierta lo que finalmente se trasladará a la realidad.
El Ayuntamiento también preguntó sobre los criterios para llevar a cabo este cambio profundo en el Carrilet y levantar nuevas edificaciones. Entre los diez más mencionados por quienes respondieron están que los futuros edificios tengan un carácter discreto e integrado en su contexto; mantenerlos limpios y cuidados; que la transformación genere un ambiente de bienvenida, seguridad, inclusión y transparencia; utilizar vegetación autóctona; mejorar la conectividad entre el centro y la zona sur; que el estilo de los futuros edificios sea moderno; garantizar la movilidad en coche y rehabilitar los edificios en mal estado y mejorar la situación general que presentan los espacios públicos y calles en esta parte de Reus.
El desarrollo del proceso participativo, que se alargó durante alrededor de cuatro meses, fue duramente criticado por la oposición, que puso en duda sus mecanismos y lamentó que apenas mencionase la palabra ‘mercado’. Por su parte, el presidente de la Associació de Veïns del Carrilet, Salvador Cabré, atendió ayer a este rotativo pero prefirió no pronunciarse de momento sobre los planes que se consumarán en la zona, como mínimo «hasta que tengamos algo más de información de lo que pasará para luego valorarlo». En el barrio, con datos del Ayuntamiento de 2020, viven unos 6.864 vecinos empadronados.
Audiencia vecinal
Otro de los temas que el ejecutivo local ya ha perfilado consiste en «articular un espacio de audiencia vecinal más o menos permanente y que, con ello, todo lo relacionado con la transformación mantenga siempre una interacción con la ciudadanía», tal como explica Berasategui, que argumenta que ese espacio servirá para «poder ir rindiendo cuentas de manera más próxima y que no haya solamente una comunicación más de inicio y final de las fases, sino que haya interacción formal».
Eso será posible «a través de la fórmula de la audiencia vecinal, que está incluida para ser desplegada en el Reglament de Participació Ciutadana de Reus». El reglamento aborda las audiencias públicas como «el encuentro, en una fecha determinada, de los responsables municipales con la ciudadanía para que esta pueda recibir información y presentar y debatir propuestas con relación con una cierta actuación pública, actividad o programa municipal». La última tuvo lugar el pasado febrero.