El fin del ‘exilio’ de las entidades que desarrollaban su actividad en el Centre Catòlic empieza a vislumbrarse. Son el Bravium Teatre, la Cobla Reus Jove y la Associació de Mags i Il·lusionistes de Reus las que tenían su sede en el inmueble de la calle de la Presó. Ahora, tras conocer que el Ayuntamiento de Reus empieza a dar pasos hacia la redacción del proyecto de rehabilitación, esperan que no haya contratiempos «y poder celebrar el 75 aniversario del Bravium en el renovado Centre Catòlic», señala Ferran Figuerola, presidente de la entidad que cumplirá tres cuartos de siglo en 2026.
No obstante, también se abren incógnitas sobre los usos del futuro Centre Catòlic: «¿La Cobla Reus Jove tendrá un lugar?», se pregunta el presidente de esta entidad, Eduard Sendra, que añade: «¿Se tendrá que pagar algún tipo de alquiler? ¿Quién lo gestionará?». Unos detalles que todavía no tienen respuesta y cabrá esperar a que el proyecto se redacte y, posteriormente, haya un convenio con el Ayuntamiento para definir los usos del espacio.
Por ahora, el compromiso del consistorio es que el edificio acogerá a la asociación Bravium Teatre y su programación y que se cederán espacios a asociaciones y entidades de carácter cultural de la ciudad. Por parte del Bravium «estamos muy satisfechos porque vemos que se aproxima este futuro que nos preocupaba mucho», comenta Figuerola. Además, valora el proyecto planteado para el nuevo Centre Catòlic como «muy ambicioso». Y es que el Ayuntamiento busca ir más allá de la rehabilitación del edificio: quiere que el Centre Catòlic se convierta en un espacio de coordinación e impulso de las artes escénicas, acogiendo formaciones, ensayos, residencia para compañías, entre otras iniciativas. Además, el concejal de Cultura, Daniel Recasens, apuntaba en la rueda de prensa del pasado 1 de febrero que el Centre Catòlic se ve como una pieza más de la red de equipamientos municipales, actuando como un tercer teatro, junto al Fortuny y el Bartrina.
«Estamos de acuerdo con este impulso», expresa el presidente del Bravium, siendo consciente que «pasamos a ser subordinados» y que esto comporta un «cambio de mentalidad». El uso del espacio por parte de la asociación tendrá que estar regulada mediante un convenio específico con el Ayuntamiento. Un documento que Figuerola calcula que todavía tardará en ser una realidad, al menos, un par de años. En todo caso, lo que tiene claro es que «pediremos hacer lo que siempre hemos hecho», también con sus cursos y ensayos. «Será cuestión de ponernos de acuerdo», añade.
Mientras que el Ayuntamiento mantuvo, la semana pasada, una reunión con el Bravium para avanzarles próximos pasos, ni la Cobla Reus Jove ni la Associació de Mags i Il·lusionistes de Reus han tenido contacto con el consistorio. «Somos socios del Bravium y conoceremos más detalles en la asamblea prevista para este miércoles (hoy)», relataba ayer Eduard Sendra, al frente de Cobla Reus Jove, y que echaba en falta este contacto directo con el Ayuntamiento. «Es una opinión muy personal, pero creo que seremos una víctima colateral», sentencia.
Ante el planteamiento de convertir el Centre Catòlic en un nuevo espacio de coordinación e impulso de las artes escénicas y tercer teatro de la ciudad, «se perderá el control del espacio y seremos un usuario más, dudo que la cobla siga teniendo cabida», opina Sendra. De hecho, cuenta que hace un año ya se les habría puesto encima la mesa la posibilidad de que realizaran sus ensayos en otras ubicaciones. «Volveremos a actuar en el Bravium, pero no sé si tendremos allí nuestra sede estable», insiste. No obstante, destaca que «siempre hemos sido partidarios de seguir en el Bravium por una cuestión de fidelidad».
En cambio, desde la Associació de Mags i Il·lusionistes de Reus, su presidente, Ramon Castells, cuenta con su retorno al Centre Catòlic a través del Bravium. Algo que esperan con muchas ganas porque «nos facilita un punto de encuentro». Su marcha del edificio, ahora hace casi tres años, les ha afectado directamente, dice Castells. No tienen una sede, sino que se reúnen en la tienda de uno de los asociados, pero con menos regularidad que antes. A nivel de actividad también ha repercutido: «No hacemos actuaciones como colectivo», lamenta.
En el caso de la Cobla Reus Jove, «nos buscamos la vida como podemos», relata Sendra. «Tenemos el Orfeó, pero también ya tienen su programación», explica. Un espacio que también utiliza el Bravium «y donde nos han acogido muy bien», valora Figuerola.
Un concurso de ideas
Fue la semana pasada que el Ayuntamiento de Reus anunció los primeros pasos hacia el renovado Centre Catòlic, después que en octubre se sellara el convenio con el Arzobispado (titular del edificio) con cesión por 50 años a favor del consistorio. El Ayuntamiento –y con el compromiso de la implicación de la Diputació– tiene que hacerse cargo de la rehabilitación del edificio, que ascendería a 3 millones de euros. El paso más inminente es la licitación del contrato para redactar el proyecto a través de un concurso de ideas. Y la previsión es que en un par o tres de años sea una realidad.
Casi tres años del cierre del edificio por «problemas estructurales»
Fue en marzo de 2021 que el Arzobispado de Tarragona anunció el cierre del edificio del Centre Catòlic, en el número 13 de la calle de la Presó de Reus. Según determinó, por «problemas estructurales». Bravium Teatre, la Cobla Reus Jove y la Associació de Mags i Il·lusionistes de Reus tuvieron que abandonar su sede y buscar alternativas. En el caso del Bravium, el Orfeó se ha convertido en su segunda casa, mientras que todo el material está guardado en el almacén de un socio, en la calle Sant Llorenç, que ahora se ha convertido en la sede social de la entidad. Allí también hay depositadas las miles de partituras del fondo de la Cobla Reus Jove.