Los accidentes de tráfico en las vías urbanas de Reus repuntaron el año pasado un 3% respecto 2022, tras varios años de descenso. En total, se produjeron 863 siniestros en calles y avenidas de la ciudad y, en la mayoría de accidentes, los vehículos implicados fueron turismos (286). Según tipología, el atropello fue el siniestro más común, con un total de 56 casos.
Más al detalle, de los 863 accidentes, 284 fueron leves; 25 graves; y dos mortales, según cifras facilitadas por el Ayuntamiento de Reus. No obstante, el número de víctimas (325) descendió en su conjunto un 8%, con la excepción de las víctimas mortales, que fueron dos, tras varios años a cero.
El caso más reciente fue un atropello mortal en la plaza de la Llibertat, el pasado 24 de noviembre, en el que falleció una vecina de Reus de 89 años tras ser arrollada por un coche mientras cruzaba por un paso de peatones. El segundo caso se remonta al pasado 20 de julio, en la avenida de Salou, cuando un motorista de 54 años murió al accidentarse tras atropellar a un peatón que cruzó de forma indebida la avenida.
De hecho, la avenida de Salou fue uno de los cuatro puntos oscuros de la trama urbana de Reus en 2023, junto al eje President Macià y Marià Fortuny y la avenida de Bellissens. Es en estas cuatro avenidas donde se concentraron más accidentes de tráfico el año pasado, y vecinos de estas áreas no se muestran sorprendidos.
La velocidad y «mala ubicación» de algunos pasos de peatones son aspectos que el vecindario apunta como factores de riesgo. Además, «todas son grandes avenidas, de doble carril por sentido», observa Pepita Roig, presidenta de la Associació de Veïns Amics del Barri Fortuny.
En el caso concreto de la avenida de Salou, Roig recalca el problema de que «todavía sigue siendo vista como una carretera y no como una avenida» y, en consecuencia, «los vehículos corren demasiado». No es solo una percepción, sino que los radares pedagógico que hay instalados en la avenida así lo indican. «Casi nadie pasa a la velocidad que toca», comenta Roig, que recuerda que el tramo más externo es a 50 km/h «y después, a partir del Mercadona, aproximadamente, es a 30».
A esta cuestión se suma otra problemática: los pasos de peatones. Bajo el punto de vista de Roig, su ubicación justo después de las rotondas «es peligrosa». Y es que «los coches salen rápido y se encuentran, de golpe, con un paso de cebra». Esto, dice, lleva a que mucha gente opte por cruzar de forma indebida por otros puntos de la avenida, entre medianas.
Algo similar sucede en las avenidas del President Macià y Marià Fortuny. Óscar, un vecino de esta zona, comenta también la problemática con los pasos de peatones. «En la rotonda donde está la concesionaria de Ford, el semáforo de los coches se pone en ámbar cuando todavía está verde el de los peatones. Los conductores solo se fijan en su semáforo y arrancan y se dan situaciones de peligro», argumenta Óscar, que comenta que él mismo ha estado a punto de ser atropellado en este punto.
Por otro lado, en la avenida del President Macià, «hay mucha distancia entre los pasos de peatones», comenta. Uno está a la altura del Mercat del Carrilet, y el otro es el de la rotonda donde está la concesionaria Ford, a unos 260 metros de distancia. «En medio, está la calle de Ramon J. Sender, que es un camino que muchos que vivimos en esta zona usamos para ir al centro. Pero en ese punto no hay paso de cebra y muchos cruzan por esta zona, de forma indebida», relata.
66 accidentes de patinetes
El coche sigue siendo el vehículo que protagoniza la mayoría de accidentes en las vías urbanas de Reus. El año pasado, los turismos estuvieron implicados en 286 siniestros, mientras que las motos, en 76.
En cuanto a vehículos de movilidad personal (VMP), como los patinetes eléctricos, ya se sitúan en tercera posición, sumando un total de 66 accidentes en las calles de Reus en 2023, y superan su implicación en siniestros respecto a los peatones, que el año pasado sumaron 63 accidentes. La implicación de otros vehículos fue más discreta, como las furgonetas (24) o las bicis (16).
La Guàrdia urbana: controles, radares y educación para reducir la siniestralidad
La Guàrdia Urbana de Reus tiene varias líneas de trabajo contra la siniestralidad en las vías urbanas de la ciudad. Destacan los controles de tráfico, alcoholemia y velocidad. También se apuesta por los radares pedagógicos, que ahora se amplían con la compra de 14 nuevos que se suman a las seis unidades de las que ya disponía Reus. En paralelo, la Guàrdia Urbana realiza campañas específicas de seguridad vial en colaboración con Trànsit y Mossos; y también programas de educación vial en escuelas, institutos y centros cívicos. Todo ello se suma a los servicios de protección escolar y, además, a la creación de la Unitat d’Investigació de Trànsit y atención a las víctimas.
