Crecen los pisos turísticos en Reus pese al descenso de visitantes durante la pandemia

Mientras que en las grandes ciudades parte de este tipo de viviendas han sido reconvertidas hacia el alquiler residencial, en el caso de Reus la cifra ha subido respecto a hace dos años

23 mayo 2021 06:00 | Actualizado a 23 mayo 2021 06:11
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En los últimos meses, parte de los pisos turísticos ubicados en las grandes ciudades se han pasado al alquiler residencial a raíz del descenso del turismo por la Covid-19. Tendencia que parece no haberse dado en ciudades más pequeñas, como la capital del Baix Camp, donde no se ha observado ningún descenso, al menos entre los pisos registrados. De hecho, en los últimos meses han crecido las viviendas turísticas en Reus, aunque de forma muy tímida. Si en el pasado mes de octubre constaba que en Reus habían 147 pisos de esta tipología en el Registre de Turisme de Catalunya, ahora ya constan 153 (a fecha de 14 de mayo). Se trata de 35 nuevos HUTs (Habitatges d’Ús Turístic) en la ciudad en menos de dos años (en 2019 había 118), con una pandemia por en medio que ha afectado de lleno a la movilidad y, por lo tanto, al turismo.

«Sí que la pandemia ha tenido efectos, pero las previsiones son que el sector mejore y volver a las cifras anteriores a la Covid», comenta la doctora en Derecho e investigadora de la Cátedra Unesco de la Vivienda de la URV Núria Lambea. Recuerda, además, que hay varios factores que condicionan a los propietarios a la hora de pasarse al alquiler residencial, como la duración del contrato (al menos cinco años), el miedo de que el inquilino no pague el alquiler, que la vivienda no esté bien cuidada... «Además de la ley de contención de rentas», añade. Se trata de la Ley 11/2020 del 18 de septiembre sobre medidas urgentes en materia de contención del alquiler, que regula las rentas de los contratos de vivienda que sean residencia permanente del arrendatario y que estén situadas en un área declarada con mercado de vivienda tenso. «Son factores que pueden haber condicionado a los propietarios de pisos turísticos y que, ante la previsión de que el sector se recupere, hayan optado por mantenerse en vez de reconvertirse», argumenta Lambea.

Como se comentaba, el paso hacia el alquiler residencial se ha dado más en grandes ciudades. En esta línea, según un estudio de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona, dado a conocer en mayo de 2020, en Barcelona se había producido este fenómeno en cerca de un 40% de los casos. Por otro lado, en febrero de este 2021, desde la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos se calculaba que la cifra ascendería al 80% en la Ciudad Condal y al 50% en el caso de Madrid. También se habrían dado casos en Tarragona, aunque desde la Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre se subraya que se ha dado «muy poco» entre los asociados.

Otra cosa serían los pisos que se les da un uso turístico pero sin estar registrados y, por lo tanto, actuarían de forma ilegal. Éstos no están contabilizados y, por lo tanto, se desconoce cómo han actuado estos meses, si se han reconvertido o no, como recuerda Lambea. «Las inspecciones son esenciales para regularizar la situación», comenta, a la vez que subraya que los Ayuntamientos son los que tienen más capacidad de actuación. En esta línea, cabe recordar que en 2019, el Ayuntamiento de Reus se comprometió a verificar todos los datos y tomar medidas técnicas de control de la actividad.

Sobre el caso concreto de la capital del Baix Camp, el presidente de la Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Durada i Terres de l’Ebre, Joan Calvet, considera que es «extraño que en una ciudad como Reus haya sólo cerca de 200 pisos de uso turístico». Destaca que tiene unas características similares a Tarragona: cercana a la playa, del Aeropuerto y de territorios como el Priorat o las Terres de l’Ebre y además, referente en el modernismo y en el comercio. «Y en Tarragona, en cambio, hay unos 1.500 de registrados», subraya.

Echando un vistazo en las plataformas web en la que se anuncian pisos turísticos, todavía se contabilizan decenas de casos en la ciudad de Reus en los que no se muestra el número de registro turístico, precedido por las iniciales HUTT (Habitatge d’Ús Turístic de Tarragona). Número que siempre debe mostrarse y, al no aparecer, se tratarían de pisos turísticos ilegales.

Inquilinos en confinamiento

A pesar de que la pandemia ha reducido muy considerablemente la movilidad, hay casos en los que incluso en pleno confinamiento domiciliario siguieron hospedando inquilinos. Es el caso de Josep C. Vallverdú, vecino de Reus. Cuenta que en su caso, y de forma inesperada, tuvo huéspedes durante el momento más crítico de la Covid: la pasada primavera. Evidentemente, no se trataba de turistas, sino que alojó a trabajadores esenciales: «Los hoteles estaban cerrados y era gente que necesitaba alojarse en algún sitio. Encontraron una salida a través de Airbnb», cuenta Josep, que tiene su vivienda anunciada en esta plataforma.

Recuerda que durante el confinamiento domiciliario alojó a perfiles como sustitutos sanitarios, policías o un bombero de Madrid que estuvo de sustitución en el Aeropuerto de Reus. Este pasado otoño e invierno, también con fuertes restricciones de movilidad, comenta que el perfil cambió hacia uno más estudiantil, de Erasmus. ¿Y el resto de temporada? «En el momento que hay ciertas esperanzas de mayor movilidad, rápidamente empiezan las reservas», explica Josep. Comenta que tuvo lleno todo el verano pasado y para esta temporada «está ya prácticamente todo completo para junio, julio y agosto».

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