Crecen las personas que colaboran en entidades sociales en Reus

El Punt de Voluntariat ha visto crecer el volumen de ciudadanos que quiere ayudar de forma altruista en cuestión de cuatro meses. Eran más de 190 voluntarios en mayo y ahora, 226

02 octubre 2023 22:10 | Actualizado a 03 octubre 2023 07:00
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El Punt de Voluntariat de Reus, un servicio municipal que alcanza la década este año, deriva en la actualidad hasta 226 personas a colaborar en entidades sociales y solidarias de la ciudad. Este espacio ofrece una oportunidad por dos vías distintas: por un lado, a ciudadanos que quieren hacer de voluntarios en entidades sociales apuntadas al Punt de Voluntariat; y, por otro, a entidades que quieren recibir ayuda de forma altruista.

La cifras, en cuestión de voluntarios, han crecido los últimos cuatro meses. Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Reus, el Punt de Voluntariat pasó de tener 192 personas voluntarias este pasado mes de mayo a contar con las cifras más recientes mencionadas: 226. El total de entidades adheridas al Punt de Voluntariat, por otro lado, se mantiene estable este año, siendo éstas 76.

Con el objetivo principal de ampliar el número de personas voluntarias en la ciudad, en 2013 surgió, por parte de la administración local, crear el Punt de Voluntariat, que se ubicó en el Centre Cívic (CC) del Carme. Dicha iniciativa, con el tiempo, ha contribuido a ampliar el tipo de perfil que se dedica a prestar ayuda sin ánimo de lucro a entidades solidarias de Reus. Exponemos el caso de Andrea Cabrera: «Al jubilarme, me apunté al Punt de Voluntariat y en el CC del Carme me asesoraron, luego, empecé como voluntaria; supe de este servicio porque, anteriormente, había hecho cursos en el CC y me sonaba, también vivo cerca del equipamiento». Cabrera, lleva un año colaborando, codo con codo, con el equipo de profesionales de la Associació de Salut Mental Doctor Tosquelles de Reus. Al dejar de trabajar, la mujer tenía intención de llenar su agenda para seguir manteniendo sus semanas activas. Desde que coopera con la asociación, ha trabajado en el área de cocina, se apunta a salidas que realizan los usuarios de la entidad y ha estado presente en sesiones de informática y lúdicas, también. «Las tareas que hago son muy variadas y de esta forma, ayudando, ocupo mi tiempo. Después de todos estos meses, hago un buen balance, muy positivo, porque aprendo mucho de los chicos», asegura la voluntaria.

La trabajadora social de la Associació de Salut Mental Doctor Tosquelles, Caterina Sánchez, expresa, a su vez, que, en el momento de organizarse para asignar tareas a la persona voluntaria que se incorpora, les «ayuda mucho» saber de sus habilidades, intereses y gustos antes de que comience su experiencia de voluntariado. Para tener toda esta información, se realiza una primera entrevista entre la entidad y la persona colaboradora. «Cuando tenemos esta primera toma de contacto, después de que el Punt de Voluntariat nos haya derivado a la persona [que ha realizado alguna formación relacionada con el voluntariado], nosotros elaboramos una ficha y, según sus intereses, organizamos juntos un calendario mensual», destaca Sánchez.

Recorrido y experiencia

Una vez fijadas las actividades, suele haber «cierta estabilidad de horarios y continuidad para el voluntario». «Hay veces que hay alguna actividad extraordinaria. Este año, Cabrera acudió con usuarios a la celebración de los Tres Tombs, fueron a lanzar caramelos y se lo pasaron bien», señala Sánchez. De hecho, Cabrera tercia que el recorrido de su voluntariado le ha hecho aprender y que «cada vez hay más gente en el taller de cocina, eso significa que cocino bien», celebra.

Sánchez insiste en que el voluntariado, además de ser fundamental, tiene «un aprendizaje bidirecciónal detrás, no solo para la voluntaria, que siempre se marcha con experiencia, sino para las personas usuarias que participan en el Club Social El Porxo de la asociación».

La trabajadora social de la entidad afirma, además, que cooperar es una «manera de dar diferentes oportunidades de profesionalidad a otras personas, así como potenciar habilidades o adquirir otras nuevas». Es una manera –prosigue Sánchez– de «romper un estigma, en este caso el de la salud mental».

Cabrera expresa que vino por primera vez a la entidad sin conocer el colectivo atendido allí, a lo que Sánchez expone: «Ser voluntario te ayuda a conocer una realidad, quizás, lejana a la tuya y a sensibilizar, también, a las otras personas de tu entorno más cercano». Si por lo pronto, «tenemos seis voluntarios activos, con ellos ya hacemos mucho; además, quienes colaboran en el Club Social El Porxo de la asociación pueden hacerlo en el que tenemos en el municipio de Cambrils».

Cabrera reconoce que hablando de su experiencia como voluntaria, divulga por su cuenta cuál es la forma más adecuada de reaccionar con personas con problemas de salud mental. Dice que «hay que darles más visibilidad, vivimos en una sociedad diversa y animo a la gente a que se haga voluntaria».

Por otro lado, la directora de la Associació de Salut Mental Doctor Tosquelles, Carolina Navarrete, subraya que hay dos tipos de voluntariado: el interno y el externo. Es decir, «puede que el voluntario venga de la propia entidad, siendo usuario; o puede ser externo, que la ayuda en diferentes actividades venga de fuera».

El voluntariado interno, denominado ‘voluntario inclusivo’, «es imprescindible, porque empodera a las personas con problemas de salud mental y, así, a romper estigmas; fomenta la autoayuda porque los voluntarios de la modalidad inclusiva se sienten útiles y hay empatía, un vínculo importante». Navarrete, en esta línea, hace hincapié en el término «inclusión comunitaria», un objetivo primordial en la asociación.

La concejala del área de Serveis a les Persones i Drets Socials del Ayuntamiento de Reus, Anabel Martínez, describe, por su parte, el Punt de Voluntariat como un servicio «de referencia, tanto para las personas que quieren hacer voluntariado como para las entidades que necesitan ayuda de la ciudadanía». Más allá de este servicio, aplaude, también, «la tarea diaria de las muchas entidades que trabajan en Reus y de las personas que hacen voluntariado en estas entidades». «Las personas voluntarias representan muchos valores, como solidaridad, constancia, compromiso, esfuerzo... y hacen que la vida de otras muchas personas sea más feliz».

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