¿Qué es y con qué finalidad se realiza la terapia de reemplazo hormonal?

Este tratamiento sirve especialmente para aliviar los síntomas de la menopausia

20 septiembre 2019 09:13 | Actualizado a 20 septiembre 2019 09:53
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Es de sobras conocido que las mujeres sufren una montaña rusa hormonal y fisiológica durante toda su vida. La menstruación, los posibles embarazos, la ovulación y la menopausia son factores que propician que los niveles hormonales del sexo femenino estén en constante movimiento, produciendo sensaciones emocionales y causando síntomas físicos que tienen un impacto en nuestro día a día. Dolores de cabeza, molestias cuando ovulamos, dolor de riñones y espalda, cansancio, apatía sexual y otros elementos con los que convivimos. 

Y es que en cifras generales, de media una mujer tiene alrededor de 400 reglas a lo largo de su vida. Pero más tarde o más temprano, todas llegamos a esa época en la que dejamos de tener la menstruación para dejar paso a la época de la menopausia. Este momento vital de las mujeres se caracteriza por la desaparición del ciclo menstrual, pero también por la aparición de sudoración nocturna, acaloramientos súbitos y repentinos o sequedad vaginal, además de un potente vaivén en los niveles de hormonas femeninas. No a todas las mujeres les afecta igual; algunas mujeres pueden convivir con todos estos factores de una manera sencilla y acomodada, pero son muchas las que sufren de síntomas severos para los que necesitan encontrar una solución. 

Para aliviar tales síntomas, existe la terapia de reemplazo hormonal bioidéntica (TRH), un tratamiento que ha aumentado durante los últimos años a medida que las mujeres se han visto con la necesidad de encontrar un método más natural para restaurar el equilibrio hormonal. Además de para tratar la menopausia, la TRH ayuda a prevenir o tratar ciertas afecciones médicas como la osteoporosi, una enfermedad de los huesos en la que se produce una disminución de la densidad de la masa ósea, hecho que puede repercutir en un mayor número de posibilidades de fractura. La terapia consiste en tomar (en forma de pastilla, parche, crema vaginal, etc) una serie de hormonas que pueden variar en función de la anomalía, aunque normalmente se trata de un combo formado por estrógenos y progesterona.

Los estrógenos y la progesterona

Para poner solución a todo ello, es importante conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo y velar por tener una información de calidad que nos ayude a velar por nuestro bienestar y nuestra salud. Lo primero que debemos saber es que las principales hormonas sexuales femeninas producidas por los ovarios son los estrógenos y la progesterona - aunque en menor cantidad también produce andrógenos, una hormona típicamente masculina. Estas hormonas son responsables del desarrollo de los caracteres secundarios en mujeres a partir de la pubertad, es decir, del crecimiento mamario, el inicio de la menstruación o el ensanchamiento de las caderas. Además, su función va a ser indispensable para el correcto funcionamiento de todo el aparato genital femenino, formado por el útero, las trompas de falopio y los ovarios. 

Para entender la importancia que estas dos hormonas tienen en el cuerpo de la mujer, cabe destacar que los estrógenos preparan el aparato genital femenino para la ovulación y la fecundación, además de intervenir en el metabolismo de las grasas y el colesterol, disminuir la tensión arterial, distribuir la grasa corporal, proteger los huesos y estimular la líbido sexual. Por su parte, la progesterona transforma el tejido que recubre el endometrio para acoger el óvulo en caso de ser fecundado, y su generación natural elimina los dolores menstruales, el síndrome premenstrual, la sensibilidad en los senos o las migrañas menstruales, además de evitar los fibromas, la endometriosis y la enfermedad fibroquística. En cuanto a la menopausia, esta hormona puede eliminar los sofocos, siendo una de las hormonas encargadas del bienestar de las mujeres.

Es por ello que la terapia de reemplazo hormonal es utilizado por muchas mujeres que se sienten condicionadas e incómodas con su nueva condición de personas menopáusicas.

¿Quién debe evitar someterse a este tratamiento?

Para saber si eres una persona apta para someterte a esta terapia, lo primero que deberás hacer es consultar a un especialista, que va a ser la figura responsable que te va a realizar las pruebas correspondientes para establecer las posibles deficiencias y saber si encajas en el perfil de forma segura. Debes tener claro que, en cualquier caso, siempre va a ser el médico el que va a recetar el tratamiento más conveniente para compensar las carencias de tu organismo. No obstante, existen una serie de factores básicos indicativos que no permiten acogerse al tratamiento:

- Si estás embarazada.
- Si tienes problemas de sangrado vaginal. 
- Si has tenido ciertos tipos de cáncer.
- Si has tenido un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.
- Si has tenido coágulos de sangre.
 

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