Es difícil resumir en unas líneas los sentimientos que ha despertado en mí el inesperado fallecimiento de Luis Sánchez-Friera.
Confió en mí, en tres ocasiones. La primera, como responsable de la sección de Economía. La segunda, tras seis años fuera del ‘Diari’, como subdirectora. La tercera, hace poco más de un año, como directora, cargo que desempeñé hasta el pasado 10 de julio.
Tras diecisiete años de relación laboral en dos etapas, destacaría especialmente tres cosas. En primer lugar, su capacidad de resistencia. Pese a las dificultades de la prensa, el ‘Diari’ es una especie de excepción en el sector, y uno de los pocos diarios locales que, a día de hoy, no forma parte de ningún grupo mediático.
En segundo, su apuesta por editar un periódico pensado para toda la demarcación, cuando las dinámicas del territorio eran otras.
Bajo la presidencia de Sánchez-Friera, el ‘Diari’ ha ejercido como altavoz de las inquietudes de las personas, entidades e instituciones de los municipios más grandes del Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre, pero también de los pueblos más pequeños y que se enfrentan al reto de la despoblación y la supervivencia.
En este sentido, el ‘Diari’ ha tenido y tiene un papel fundamental en la cohesión de la sociedad tarraconense. Las comarcas del sur de Catalunya tendrían menor sentimiento de pertinencia a un territorio compartido si el Diari no hubiera fomentado esos vínculos.
También es de destacar su implicación con el mundo de las empresas, que le llevó a hacer del ‘Diari ‘el primer medio escrito local de España en contar con un suplemento semanal de Economía y Empresas. Apasionado de la prensa económica, contaba que tuvo la ocasión de comprar una cabecera aún existente de ámbito nacional pero que lo descartó y, por eso, impulsó el suplemento más antiguo del ‘Diari’ y uno de sus factores diferenciales los domingos.
Exigente y de fuertes convicciones, le costaba entender por qué Tarragona no deja de ser una bella durmiente y que un diario es fruto de muchos intangibles que no siempre se pueden medir.
Desde estas líneas envío un fuerte abrazo a sus hijas, Olga y Raquel, a Santi Batchilleria, su yerno y director general del Diari, a sus nietos y a toda la familia en estos momentos tan difíciles.