Una empresa israelí inventa un programa para espiar móviles y lo vende a varios Estados.
Se llama Pegaso, nombre del caballo alado de la mitología griega y de coches, camiones y tractores de postguerra.
Uno de los compradores es España, que lo emplea de forma indecente para espiar a independentistas catalanes.
La Universidad de Toronto investiga estas transacciones y el resultado lo publica The New Yorker, semanario de Manhattan, famoso por sus dibujos en portada y rigurosidad en los temas.
Los líderes independentistas celebran rueda de prensa en Bruselas en la que cargan contra el Estado español.
He aquí como un invento de Israel, estudiado en Canadá y publicado en EE.UU. tiene resonancia en Bélgica y condiciona la actualidad en España.