El restaurante británico Spice Fusion, especializado en comida india, llevó a cabo una curiosa iniciativa: ofrecía un 20% de descuento a los clientes que accedieran a dejar sus teléfonos móviles en un caja sobre la mesa cerrada con llave.
«Habitualmente vemos a familias que están con el móvil mientras comen. Hace un par de años vino un grupo de gente grande a cenar y me di cuenta de algo diferente: estaban hablando unos con otros y ninguno tenía su teléfono en la mano», explica Rajeev Gupte, manager del restaurante ubicado en la localidad inglesa de Kent.
En Catalunya, el debate sobre el uso de los smartphones se ha colado en las aulas. La Generalitat anunció ayer que los prohibirá en escuelas e institutos a partir del próximo curso.
En primaria no estarán permitidos ni siquiera en el comedor, el patio y las extraescolares. En secundaria solo se podrán emplear «durante las actividades de aprendizaje cuando cumplan una finalidad pedagógica indicada por el docente».
El objetivo es «promover la interacción personal» y que el «espacio de recreo y ocio esté libre de pantallas». Como en el Spice Fusion.