Quizá no lo sepan, pero deambular absorto por la calle pendiente exclusivamente del teléfono móvil tiene un nombre: smombie. La palabra surge de la fusión de smartphone y zombi y fue escogida por los jóvenes alemanes como su preferida en 2015.
La definición exacta de smombie es «un peatón que camina despacio y sin prestar atención a su entorno, porque está enfocado en su teléfono inteligente». Estos transeúntes despistados van al alza y ponen en riesgo su integridad y la de los demás: caminan chateando con amigos, inmersos en las redes sociales, escuchando música o simplemente navegando por internet.
Son carne de atropellos o accidentes. El 53% de los usuarios de smartphones se ha chocado con algo mientras va por la calle, según un estudio.
En Chongqing (China) y Amberes (Bélgica) han creado carriles exclusivos para que los adictos a los móviles anden a sus anchas.
Y en Tarragona –como en otros lugares de Europa– acabamos de estrenar dos semáforos en el suelo, consistentes en una línea de un metro que cambia de color igual que la señal vertical. Ya podemos ir seguros sin levantar la vista de la pantalla.
