La directora de este Diari me recomendó adentrarme en el perfil feminista de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, así que me prestó uno de su ensayos. Bajo el título Todos deberíamos ser feministas plasma en papel el mismo relato que dio en la conferencia de 2012 en la TedxEuston, un simposio anual centrado en África.
El título no engaña a nadie. En 50 páginas, Ngozi explica de manera directa muchas de las dificultades que se ha encontrado en primera persona o en conocidas y cómo debemos solucionarlas. Ella lo tiene claro: educar bien a los niños y niñas. Al final, el problema reside en el género, el cual nos prescribe desde pequeños cómo tenemos que ser y nos carga de expectativas sin dejarnos mostrar cómo somos realmente. Si libramos a los niños de esta carga, nos ahorraríamos muchos problemas. Así que, para conseguir un mundo mejor, la gente debería leer a Chimamanda Ngozi Adichie.