La derecha española empieza con mal pie la precampaña electoral, tanto en lo que se refiere a la moción de censura –de la que ya hablamos– como las desafortunadas declaraciones del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que a veces parece que están fuera del tiempo y del espacio.
En plena celebración de la cumbre Iberoamericana, que presidía el Rey (una cuestión de Estado), declaró que el presidente Pedro Sánchez se reúne con «autócratas». Feijóo no se refería a la cumbre, pero dicho en aquellas fechas era como si se refiriera a la cumbre Iberoamericana, que era una cuestión de Estado.
No es culpa de Feijóo, solamente, sino de su equipo. Un hombre que quiere ser presidente del Gobierno español debe conocer mejor los tiempos y los contenidos de sus discursos en materia de política interior y exterior, porque puede irritar a quienes España siempre ha protegido.
Desde la guerra civil, la política de España en América no se ha regido por los sistemas políticos de los distintos países americanos, con alguna excepción, sino en la defensa de los pueblos, tengan el régimen que tengan. Así ocurrió con Fidel Castro.
Los países de América no son «uno más» en la política internacional. Los vínculos que tiene España con los países americanos son profundos, y vienen del Siglo XV. Por lo tanto, las relaciones diplomáticas entre España y un país latinoamericano deberán tener en cuenta las raíces históricas: somos países que tenemos la misma cultura y lengua.
El PP no se puede pasar de pisada y llevar la marcha cambiada. Dirigir un partido es aglutinar gente muy diversa, pero sin pasarse
La otra cuestión es el ‘sermón’ que una predicadora latinoamericana evangelista, Yadira Maestre, lanzó, al estilo americano, en un mitin del PP, con la plana mayor del partido escuchando, y dedicado a los latinoamericanos que viven en España. No creo que los españoles, a los que se debe el PP, les gusten los discursos apocalípticos y fundamentalistas de los evangelistas americanos. Parecía una predicadora lanzando a los altares al PP. Tampoco son mayoría los evangelistas en los países latinoamericanos, aunque sean muchos, pero no repartidos por igual en todos los países.
Con todo ello quiero decir que el equipo que prepara los discursos del líder Feijóo y organiza actos del partido con gente poco experta. El PP, en vistas del éxito electoral, no se puede pasar de pisada y llevar la marcha cambiada. Sabemos que dirigir un partido es aglutinar gente muy diversa, pero sin pasarse.
Hablando de los dos grandes partidos: no se pueden tener discursos y declaraciones todos los días sobre un tema importante, pues se puede caer en la monotonía de quien escucha o en la banalidad.
No creo que los españoles les gusten los discursos apocalípticos y fundamentalistas de los evangelistas americanos
Y aquí, en Catalunya, están llegando en cuentagotas los llamados «exiliados» del procés. Faltan todavía algunos, pero se va arreglando todo. El escollo más grande sigue siendo el del expresident Carles Puigdemont. Hay conversaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez y, según mis informaciones, están bastante avanzadas, pues el político catalán debe hacerlo ahora, y no esperar a que un posible gobierno PP-VOX le arregle su vuelta a Catalunya. Ahora hay elecciones y también en diciembre. Según mis informaciones, la decisión, en sus líneas generales, está tomada por las dos partes, pero no el cuándo y el cómo.
Hace falta también ver qué pasará con José Antonio Griñán, expresidente andaluz condenado. Está claro que el Gobierno y el Govern no quieren que Puigdemont llegue a Catalunya como Perón regresó a Argentina.
Y una vez vuelva Puigdemont, ¿qué quedará del procés? Se podrá hacer un balance de la pesadilla que ha sido todo, ¿o no? Hemos dicho y repetido muchas veces que Catalunya no será independiente sin la aquiescencia de Europa y de España, y... también, de la OTAN, es decir, de los Estados Unidos. Conviene evitar los pasos en falso y el ridículo que se ha hecho hasta ahora, en algunas ocasiones.
