Periodismo

Decía Albert Camus en enero de 1940 que «Frente a la marea creciente de imbecilidad, es necesario igualmente oponer algunos rechazos. Todos los condicionamientos del mundo no harán que un espíritu limpio acepte ser deshonesto. (...) Es así que un diario libre se mide tanto por lo que dice como por lo que no dice. Esta libertad completamente negativa es, de lejos, la más importante de todas, si se la sabe mantener». La Segunda Guerra Mundial ha comenzado hace apenas tres meses y el joven Albert Camus ha programado la publicación de este artículo –que llevará por título El manifiesto del periodista– en la revista Le Soir Républicain. El artículo fue censurado en el último momento por las autoridades francesas, ya que ponía de manifiesto el doble lenguaje, el sometimiento a intereses ajenos a la profesión y la conciencia reflexiva de Camus respecto al periodismo. Aun así, se difunde en la ciudad de Argel en forma de panfleto para después caer en el olvido. No será hasta que un investigador se tope con él en los archivos nacionales de Francia que vuelva a ver la luz. En el 2013, Le Monde lo publica de nuevo. Albert Camus lo dijo todo antes y lo dijo todo mejor que nadie.