El fiscal del Tribunal Internacional de La Haya pide la detención del primer ministro Netanyahu y del líder de Hamás, Sinwar y sus principales colaboradores, por crímenes contra la humanidad.
El 7 de octubre Hamás asesinó a 1.200 israelíes y se llevó a 240 rehenes. El gobierno judío ha respondido a este genocidio con otro de mayores dimensiones en el que han muerto más de 35.000 palestinos, la gran mayoría civiles.
Asistimos a actos de crueldad calculada que ni siquiera en una guerra son aceptables. Nos impresionan los crímenes terroristas, pero aún más que durante meses un gobierno democrático haga lo mismo. Ni siquiera el recuerdo del horrible genocidio de seis millones de judíos, justifica que Netanyahu argumente como defensa su matanza.