El oso amoroso que caza ‘camellos’

La lucha contra el narcotráfico trae de cabeza a las fuerzas de seguridad de todo el mundo. Se trata además de una guerra desigual, dados los recursos casi ilimitados –personas, armas, dinero...– con que cuentan las mafias, lo que obliga a los agentes a agudizar el ingenio. En este sentido, es de elogiar la creatividad con la que la Policía Nacional de Perú afronta la lucha contra esos pequeños traficantes de droga que tanto daño causan. Si en Halloween unos cuantos agentes se disfrazaron de superhéroes para desarticular una pequeña banda que traficaba con droga en una barriada de Lima –imaginen la sorpresa de los delincuentes al ser abordados por Batman, Superman o Spiderman; como para resistirse–, el operativo que se levó a cabo este miércoles, día de San Valentín, tampoco defraudó. El objetivo era la detención de una escurridiza mujer que comerciaba con drogas. Sí, la delincuente era muy desconfiada, pero no pudo resistir la tentación de saludar a un enorme oso de peluche dirigido a ella con un globo en forma de corazón en la mano –o la garra, más bien– y un cartel que rezaba «Eres mi razón para sonreír». Creyendo que era un regalo por el Día de los Enamorados, la ‘camella’ se acercó al oso sin sospechar que bajo su piel se hallaba un agente disfrazado, que esperó hasta que la mujer estuvo lo suficientemente cerca de él para reaccionar con rapidez e inmovilizarla en el suelo, para sorpresa de la moza, que descubrió, tarde ya para ella, que aquel oso tenía muy poco de amoroso. Al menos, con ella. El operativo resultó todo un éxito, pues además permitió detener a otra sospechosa. Me encantaría participar en las reuniones donde se preparan estos golpes a los traficantes de drogas. No deben de tener desperdicio.