Nos sentamos en el bonito espacio de los Rentadors del Casal de les Dones de Reus. Chrifa Kddouri está contenta. Es feliz. Viste una blusa azul y un pantalón tejano. Está orgullosa de sus hijos. «Son muy especiales». Empieza a narrar su historia y la indignación se apodera de mí. También la incredulidad. Porque historias como la suya siguen pasando aquí, al lado de casa. Secuestros dentro de un piso. Gritos, golpes, insultos. Crueldad. Maldad. Le preocupa que la justicia sea lenta. Que las represalias vayan a otro ritmo.Y piensa en las demás mujeres. En que seguramente otra persona pueda pasar por lo mismo, sentir lo mismo y vivir lo mismo que la dejó muerta en vida durante siete años. Quiere ayudar. Es un honor para ella poder leer hoy el manifiesto del acto institucional del 25N, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia hacia la Mujer en su ciudad, Reus. Ha sufrido violencia a todos los niveles. Pero ella está aquí para contarlo. Para dar testimonio de lo que vivió, para ayudar y ser ejemplo. Para dejar claro que puede salirse de este inmenso pozo y que la felicidad existe. Acabamos la conversación y me voy, pensando cómo debía sentirse aquella joven de 17 años cuando se dio cuenta que el cuento de hadas que le habían prometido era un verdadero infierno. Y me quedo con su fuerza. Con su sonrisa. Su valentía. Es una superviviente.
Un cuento de hadas de verdadero terror
24 noviembre 2024 21:23 |
Actualizado a 25 noviembre 2024 07:00
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