A partir de hoy mucha gente se detendrá un momento para ver cómo va el Tour, esta endiablada prueba ciclista inventada por un periodista francés, Géo Lefèvre y acogida por el director del diario «L’Auto», Henri Desgrange, como un medio para vender más periódicos.
El 1 de julio de 1903 comenzó el primero. Sesenta corredores se citaron frente a una cafetería de París para la primera etapa: 467 kilómetros. Así comenzó este esfuerzo inhumano que ha escrito tantas historias, y que en el Diari tiene un fiel comentarista, el buen amigo Gerard Fuster.
Solo una vez el Tour se ha detenido voluntariamente. Fue en cierta ocasión en la que el director de la carrera supo que había en la cuneta un espectador muy especial: el general De Gaulle. Fue una forma de rendir homenaje al salvador de Francia por parte de la «serpiente multicolor» según el tópico acuñado por el periodismo deportivo.