Menús escolares: salud pública y cohesión social

15 abril 2025 19:59 | Actualizado a 16 abril 2025 07:00
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El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto que transformará los menús de los comedores escolares el próximo curso: fuera precocinados, frituras excesivas, bollería industrial y bebidas azucaradas; dentro, frutas, verduras frescas, pescado, legumbres y cereales integrales. Esta norma fija criterios claros, vinculantes y equitativos para todos los centros y pone el foco donde debe estar: en la salud y el bienestar de los menores.

Ataca directamente la prevalencia de sobrepeso y obesidad, que ha ido en aumento en las últimas décadas en todo el mundo y en todos los grupos de edad, incluidos niños y adolescentes. En los diez últimos años, entre niños y adolescentes españoles, las tasas de sobrepeso y obesidad se han estabilizado, a excepción del grupo de niñas de 10 a 15 años de edad. En Catalunya, según la Enquesta de Salut 2022-2023, un 33,9% de los niños de entre 6 y 12 años tienen exceso de peso y un 12,6% sufre obesidad. Sin duda, la aplicación del real decreto contribuirá a mejorar esos datos. El decreto tiene otra virtud: combate la desigualdad.

En Catalunya, la cifra de casos de obesidad infantil es más de ocho veces superior en zonas de rentas bajas que en las de nivel alto

Porque la mala alimentación golpea más a los niños de familias con menos recursos, cuyos comedores escolares son a menudo el único espacio donde acceden a una dieta completa. Garantizar frutas y verduras a diario, aumentar la presencia de pescado y legumbres, incorporar productos ecológicos y de temporada, es también una forma de justicia social. En Catalunya, el número de casos de sobrepeso y obesidad es más de ocho veces superior en zonas de nivel socioeconómico bajo que en las de nivel alto. Entre las causas también se advierten estas diferencias: el 4,7% de menores de 3 a 14 años consumen diariamente bebidas azucaradas, porcentaje que se eleva hasta el 6,4% en niños de clase social baja.

El estudio Aladino 2023 del Ministerio de Consumo confirma para España los datos de la Generalitat para Catalunya: la obesidad infantil tiene relación directa con la renta. La medida aprobada, pues, es una inversión en futuro, en salud pública y cohesión social. Ahora toca acompañarla abordando aspectos conexos, como la publicidad: los niños de familias pobres ven el doble de anuncios de alimentos insanos que los de las ricas. El Gobierno español tiene preparado un decreto para regular estos anuncios desde 2021, pero ha sido incapaz de aprobarlo por tensiones entre ministerios. Hay que acabar la tarea.

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