La periodista Julia Otero regresó anteayer a las ondas tras haber superado el cáncer que le fue diagnosticado hace casi un año con un mensaje de aquellos de los que todos somos conscientes pero que, aun estando en pandemia olvidamos demasiado a menudo. «Cuando se pisa el infierno, se aprende rápido a celebrar la vida», afirmó. Cuánta razón, deberíamos hacerlo a diario.
Hubo más frases destacadas. Tras reivindicar la magia de la radio, Julia Otero no dudó en lanzar un mensaje a nuestros políticos. «La atmósfera que nos rodea no es buena, no nos engañemos: se llevan los gritos, la mala leche, las mentiras, el insulto, la descalificación... Pero esto no es el Congreso de los Diputados, esto es la radio y si hay que navegar a contracorriente, se navega. En tiempo de cólera, lo más revolucionario es apostar por la serenidad», añadió. Y a continuación reivindicó «la buena educación, que no es blandura, es buena educación; el respeto, que no es cobardía, es respeto; y la crítica, que no es chillar, no es faltar, es argumentar».
Pues eso. La radio ha recuperado una voz que es un bálsamo terapéutico en medio de tanta trifulca, pero también, una voz sabia en medio de tanta insensatez.