El coronavirus cambió el mundo con su irrupción de manera alarmante en el mes de marzo. Un virus de tremendas consecuencias letales que ya ha causado más 1’3 millones de muertos en todo el mundo. En España, esta pandemia también ha hecho mucho daño y a día de hoy lo sigue haciendo. Más de 40.000 personas han fallecido en el país por este virus.
Ante este contexto, el sector químico no se quedó de brazos cruzados. Rápidamente activaron las alarmas y las distintas empresas del territorio idearon la manera de poder ayudar a pelear contra la pandemia. Había que hacer todo lo posible para reforzar el sistema sanitario.
En otras palabras, el sector químico sacó a relucir su lado más sanitario que pasó de ser una ventana de ingresos a convertirse en una absoluta prioridad. La demanda creció y en consecuencia la oferta se tuvo que poner las pilas para poder ponerse a la altura. Todas las empresas de la provincia trabajaron de manera incesante para poder proporcionar aquello que el sistema sanitario demandaba.
Líneas de producción reforzadas y adaptadas a las demandas del mercado sanitario han sido constantes y lo siguen siendo durante estos días en los polígonos Norte y Sur, a la par que la caída en la demanda de productos por parte de determinados sectores industriales -en los que estos días han proliferado los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs)- ajustaba a la baja otras producciones.
A día de hoy la emergencia sanitaria sigue presente, pero el sector químico ya está totalmente adaptado a la nueva normalidad y ha podido afrontar esta segunda ola del coronavirus con mayor tranquilidad, puesto que la experiencia y la mejora de las infraestructuras han sido su mejor aliado.
EMPRESAS QUÍMICAS
Messer Apuesta y auge del oxígeno medicinal
Messer Ibérica fue una de las empresas del sector químico que operan en la principio que fue y es un ejemplo de adaptación y soporte al sistema sanitario. Con la primera ola de la pandemia hubo una serie de productos sanitarios que aumentaron su demanda de manera alarmante, entre ellos estaba el oxígeno medicinal.
Eso provocó que la petición y utilización de botellas de oxígenos medicinal aumentara de manera evidente sobre todo en las residencias. Allí se le suministraba el oxígeno al paciente directamente desde las botellas. Messer rápidamente aumentó su oferta y se centró en la producción de botellas de oxígeno medicinal. Lo cierto es que los gases medicinales siempre habían sido uno de los productos fabricados por la empresa alemana, pero nunca el nivel de producción ha estado tan centrado en esta rama como durante estos meses.
Otra alternativa para suministrar el oxígeno medicinal al paciente es mediante el oxígeno líquido que es transportado y se deposita en grandes tanques. A partir de ellos se les suministra a los diferentes pacientes.
Este es un procedimiento que sobre todo utilizan los hospitales que con el paso de los meses están mucho más preparados y eso ha provocado una notable subida del consumo líquido. Messer se ha convertido en una de las principales productoras de oxigeno liquido del país y ha suministrado este producto medicinal por muchos de los hospitales a nivel nacional y por los principales a nivel provincial como el de Joan XXIII, Santa Tecla, Verge de la Cinta…
Covestro Clave en la desinfección
Covestro fue otra de las empresas del sector químico de la provincia que hicieron todo lo posible para ayudar al sistema sanitario en la medida de lo posible. La planta que hay en Tarragona cuenta con un hub logístico de ácido clorhídrico, conocido popularmente como salfumán, es una disolución acuosa del gas cloruro de hidrogeno que se utiliza se utiliza para la fabricación de productos y fines esenciales: tratamiento e higienización de agua y la mayoría de los productos de desinfección necesarios para evitar la propagación del virus (en este caso, la Covid-19). Ante la situación de pandemia, Covestro tomó las medidas necesarias para seguir suministrando el máximo posible de ácido clorhídrico.
BASF Apuesta por el hidrogel
Con centro de producción en La Canonja, BASF ha modificado a lo largo de los últimos meses su proceso productivo en la planta de la Zona Franca (Barcelona) para contribuir a su manera en la pelea contra el coronavirus. En su caso haa sido mediante uno de los productos que han pasado a estar presentes en el día de la sociedad de manera ya natural como el hidrogel, uno de los principales elementos que ayudan a reducir de manera considerable el riesgo de contagio.
DOW Chemical Reacción y fabricación del film protector
En el caso del polo petroquímico de Tarragona, cómo Pack Studios, el centro de I+D y servicio al cliente de Dow Chemical liderado por Felip Vidiella y dedicado a films para packaging -donde trabajan más de 80 personas- ha puesto a funcionar las máquinas de pruebas de sus laboratorios para producir un film a base de polietileno de baja densidad con el que ayudar a la protección del personal sanitario.
Dow Chemical no ha sido nunca un fabricante de films, sino de la granza (es decir, la materia prima) con la que otros producen estos films. La emergencia sanitaria y la falta de medios materiales en todo el sistema de salud llevaron a Felip Vidiella y a su equipo a poner en marcha las máquinas con las que acostumbran a hacer pruebas de producto final (que nunca sale al mercado) para fabricar un film de uso sanitario con el que se pudiesen confeccionar protecciones corporales (delantales, capelinas...) de usar y tirar que sirviesen como refuerzo adicional a los Equipos de Protección Individual (EPIs) del personal sanitario.
De la misma forma que los centros de investigación que han puesto a disposición sus impresoras 3D para imprimir pantallas de protección, en este caso la capacidad de producción de bobinas de film por parte de Pack Studios es también limitada, y estará destinada a abastecer, si llega el caso, a su entorno físico más inmediato.
Diversos centros sanitarios del Camp de Tarragona están testeando ya este material, probando diversos diseños de aplicación, con la vista puesta en validarlo en breve y empezar a proporcionar a su personal esta medida adicional de protección, igual que han estado incorporando las viseras fabricadas por la comunidad maker.
Ercros Lejía y sosa cáustica para desinfectar
Junto a estas acciones que se salen de la operativa habitual, otras empresas con presencia en el polo petroquímico de Tarragona han visto cómo se disparaba la demanda de algunos de sus productos, con claras aplicaciones directas en la crisis sanitaria. Es el caso de Ercros, con centros de producción en este polo petroquímico y cuya planta situada en Vila-seca ha visto cómo «la producción de hipoclorito de sodio (lejía) ha aumentado un 43% respecto al mismo mes de marzo del año pasado», tal y como explica Teresa Conesa, directora de la Secretaría General de Ercros.
Este incremento de demanda de lejía -un biocida esencial en la desinfección de centros sanitarios y en la potabilización de aguas- no pone en apuros, sin embargo, la capacidad de suministro, puesto que la materia prima es sal y electricidad, y todavía están a mitad de su capacidad de producción (donde tradicionalmente la temporada alta turística disparaba la demanda).
Sosa cáustica -empleada como materia prima para la fabricación de detergentes, pero utilizada también habitualmente en limpieza industrial- y ácido clorhídrico (salfumán) -usado también para elaborar detergentes y como herramienta de limpieza- son otros de los productos fabricados por Ercros en Vila-seca cuya demanda se ha disparado en estas últimas semanas y en los que han reforzado la producción.
Clariant Donación de gel desinfectante
Clariant también quiso colaborar con la pandemia, aunque su producción no podía ayudar de manera tan directa como otras empresas del sector en Tarragona. Pese a ello, hizo esfuerzos para ayudar a la población y fue protagonista de varias donaciones a centros médicos y al Ayuntamiento de La Canonja, entre otros, así como para uso interno.
Repsol Varias actos de colaboración
La demanda de productos vinculados a la alimentación, higiene, farmacéuticos o textil sanitario ha provocado el aumento de la actividad de Repsol en este sector, pero también se ha visto afectada la empresa en la bajada de otros productos.
En todo caso, han sido varias las maneras mediantes las que Repsol se ha volcado en la pelea contra el coronavirus. Producción y donación de gel hidroalcohólico, donación de material para fabricar pantallas faciales de protección y de polietileno para equipos de protección, donación de mascarillas y trajes de protección y donación a la Federación Nacional de Empresarios de Ambulancias (ANEA) de EPIS, de material 1.000 litros de hidrogel comercial,10.000 mascarillas y 10.000 guantes. Por último, se han donado 4 bobinas de diversos films de embalaje (aproximadamente 1.650 kilogramos) desde el Complejo de Tarragona. Un material destinado a la protección en las ambulancias y a las separaciones entre camas o zonas dentro de los hospitales entre otros usos. En este caso se han destinado dos bobinas al hospital Sant Joan de Reus y otras dos al Hospital Joan XXIII de Tarragona.
Carburos Metálicos Clave en la fabricación y suministro de oxígeno
Carburos Metálicos no dudó en remangarse y ayudar de manerea firme y constante al sistema sanitario nacional con la irrupción del coronavirus. Para ello amplió los turnos de trabajo en las plantas para aumentar la capacidad de producción y distribución de oxígeno medicinal.
Tarragona también se convirtió en un punto estrátegico de Carubos, ya que en las instalaciones que tiene en la ciudad produce y suministra el oxígeno medicinal que se sigue necesitando hoy en día en grandes cantidades a nivel nacional.