Repsol comenzará el próximo lunes la parada programada más importante realizada hasta el momento en cuanto a inversión: 150 millones de euros. Afectará al área de Química, donde se realizará el mantenimiento y mejoras en las unidades de óxido de propileno/estireno monómero y derivados (polioles poliméricos, polioles flexibles y glicoles).
El proceso durará entre siete y ocho semanas, y en el mismo participarán una media diaria de 1.300 trabajadores, con una punta de 2.300, que se sumarán a los 1.700 –entre personal propio y de empresas colaboradores– que diariamente acceden al complejo. Este volumen de personas y trabajo equivale a un total de 600.000 horas/persona. Es decir, si los trabajos de la parada los pudiera realizar una única persona en jornadas laborales de ocho horas, debería dedicar más de 192 años de trabajo ininterrumpido (trabajando 8 horas cada día del año).
Si en 2020 se hizo la parada del cracker y en 2022 la de la refinería, este 2024 le toca al área de Química. Los trabajos durarán 52 días y permitirán la revisión de 675 equipos, donde se realizaran las inspecciones reglamentarias y los trabajos de mantenimiento. También se revisarán 270 líneas y 585 válvulas de seguridad. Para este trabajo de mantenimiento se destinarán 50 millones de euros.
Pero la mayor parte de la inversión –100 millones– irá destinada a implantar nuevos equipos en un total de 70 actuaciones. Buena parte de estas mejoras permitirán que no se emita a la atmósfera CO2 equivalente a las emisiones de una población de 35.000 habitantes.
Las inversiones tendrán que ver con los ámbitos de la seguridad, el medio ambiente y la eficiencia energética, la descarbonización, la circularidad y la digitalización, y se realizarán aplicando las mejores tecnologías disponibles. Estos nuevos pasos hacia la transformación del complejo industrial de Tarragona en un hub multienergético están diseñados para dar respuesta a los logros establecidos con vistas a la descarbonización del complejo industrial hacia las emisiones neutras de CO₂, en 2050, según apuntaba el director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, Javier Sancho.
Sancho destacaba que las mejoras que se implementarán supondrán la reducción de 104.000 toneladas al año a partir de 2030, lo que significa un 28% menos que ahora. Y para que ello sea posible, añadía, se implementarán «las mejores técnicas disponibles» actuales para mejorar «la seguridad, el medio ambiente, la competitividad, etc». En el futuro, apuntó, «no tendrían que haber episodios de olores y ruidos».
El director del complejo de Repsol también ponía énfasis en los 18 meses de preparación que ha comportado esta parada, una preparación en la que han intervenido directamente 40 personas.
Además de estas personas, para los trabajos de ejecución, se sumarán cerca de 500 profesionales del complejo industrial y otros 30 procedentes de diferentes centros industriales de Repsol. Asimismo, Repsol dispondrá de los servicios de más de 80 empresas auxiliares, el 90% de las cuales son locales o tienen delegación en Tarragona.
El director de Fiabilidad y Mantenimiento del complejo, Josep Maria Montserrat, desgranó las principales inversiones en mejoras, algunas de las cuales tendrán un impacto directo de mejora en la ciudadanía. Por una parte, destacaba que, al igual que se hizo en el cracker y en la refinería, se va a sustituir el quemador de la antorcha, con una inversión de cuatro millones.
El cambio comportará que «la llamarada sea más pequeña y haga menos ruido. Asimismo, habrá menos emisión de CO2». Y para evitar el humo se inyectará vapor. «Es la mejor tecnología que hay», destacó. Ahora, la antorcha es de cilindro redondo
Otra de las mejoras que tendrían que notar los ciudadanos que viven en los alrededores es en el tema de la emisión de humos. Para el tratamiento de las emisiones gaseosas, se van a instalar dos oxidadores térmicos –que funcionarán en paralelo–, con una inversión de 20 millones. Su cometido es coger los humos que tienen que ir a la antorcha y tratarlos a 1.000 grados para «destruir» los contaminantes.
Nuevo reactor
Se destinarán 44 millones a un nuevo reactor de oxidación, compresor y modificación de los equipos existentes. Se trata de un nuevo compresor eléctrico, cuya función es evitar que los muchos subproductos de menor calidad que se generan vayan a parar a la antorcha, lo que comporta también un ahorro en las emisiones de CO2.
También se destinarán 22 millones a un nuevo compresor eléctrico –el actual funciona con una turbina de vapor–, que también evitará menos CO2.
Por su parte, la ingeniera de Fiabilidad y Mantenimiento, y a la vez responsable de la parada, Maria Rodríguez, ha explicado algunos aspectos de los trabajos a realizar, como la inspección interior –la exterior ya se hizo– a la que será sometida la esfera de propileno, de 15 metros de diámetro. La misma también se someterá a una prueba hidráulica.
El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona resaltó «la clara apuesta de Repsol por Tarragona y por mantener el complejo industrial como un referente industrial, tecnológico, sostenible y competitivo» que permita continuar generando valor social y económico.
Ahorrar agua
Javier Sancho también se refirió a la problemática de la sequía actual. «Estamos trabajando para reducir el agua que tomamos del CAT», ha asegurado. Para ello, tienen un programa de reducción. Este 2023 ya se ha conseguido reducir el consumo de «agua fresca» en un 5 por ciento gracias al aumento de la regenerada. Ésta actualmente supone un 18% del consumo total, «pero nuestro objetivo es que sea el 40% el 2027», subrayó Sancho.