En esta ocasión el Diari de Tarragona pide a los agentes del territorio un ejercicio de abstracción, una metodología DAFO para expresar en síntesis nuestra opinión sin matices. El sector químico de Tarragona es una red de interrelaciones económicas y sociales con impactos territoriales tan trascendentales, que supone un reto muy difícil hacer un esbozo como se nos pide.
Dicho esto, la principal fortaleza es la importancia como sector estratégico en la generación de VAB y puestos de trabajo. Otros puntos fuertes que destacaríamos son la creación de puestos de trabajo estables, la capacidad de generar efectos indirectos e inducidos a través de sectores auxiliares y de servicios industriales de referencia, pero sobre todo la capacidad de transmitir un modelo de gobernanza territorial con unos objetivos muy claros, donde la sostenibilidad se encuentra en lo alto de la pirámide.
No es extraño, pues, que Tarragona sea considerada el mayor clúster químico del Mediterráneo. Ahora bien, también tenemos déficits pendientes como avanzar todavía más en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización en proyectos como Hydrogen Network (T-HYNET) Hidrógeno Renovable Pol Químic, presentado recientemente en la Cambra de Tarragona.
En este sentido, se están planteando otros proyectos que nos consolidarán como un territorio excelente en transición energética y economía circular.
Desgraciadamente, las amenazas y las oportunidades que no dependen de la implicación del territorio también tienen un peso determinante en su futuro sectorial. Por lo tanto, estamos ante un negocio cíclico con una dependencia de la economía global o de sectores maduros como la construcción o la automoción. Pero las preocupaciones, actualmente, se centran en los cambios de costes de las materias primas, especialmente el petróleo y el gas. No obstante, las posibilidades externas positivas son más grandes para ser un sector con una situación financiera sólida que atrae a las inversiones internacionales. Así como las nuevas aplicaciones de la química en áreas de negocio como la alimentación, la agricultura, el medio ambiente, la ingeniería o la bioquímica entre otros, están impulsando una creciente investigación y producción de innovación, que tiene que permitir un mayor posicionamiento de nuestros grados y másteres universitarios y de los centros de investigación químicos existentes en las Comarcas de Tarragona.
Laura Roigé, Presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona
