A los hermanos Hebles siempre les gustó llevar los calcetines desparejados. Con el tiempo se transformó en una costumbre y en una expresión personal. Aseguran que este gesto atrae la suerte. Así fue como en diciembre de 2018 los hermanos Hebles decidieron crear su propia marca, con el fin de «compartir esta tradición con el mundo y transmitir la suerte que creemos que tenemos al llevar calcetines desiguales».
Aida Hebles es fotógrafa y creadora de contenido y Sergi Hebles es ilustrador, de forma que cada uno aporta su experiencia profesional y su «amor por los detalles, lo hecho a mano y la autenticidad», aseguran. Con sede empresarial en Tarragona, ellos mismos elaboran sus diseños y producen en una empresa familiar que trabaja con algodón peinado de alta calidad. «La producción local es esencial para nuestra marca, no sólo por la calidad que representa, sino porque apoya la mano de obra nacional y permite cuidar cada detalle en el proceso», afirma Aida.
En lugar de pares idénticos, sus calcetines son distintos entre sí, pero se complementan, porque Lucky Socks «nace con el deseo de acompañar a nuestros clientes en los momentos importantes, como un talismán que da seguridad, suerte y fuerza a quien los lleva». La firma se revela como «una marca con una filosofía y unos valores muy claros», confirman los Hebles. «No sólo se trata de moda, sino de una actitud de vida, un recordatorio que, a veces, ser diferentes trae la mejor suerte».
De tanto en tanto realizan colaboraciones de colecciones limitadas con artistas y marcas afines que sorprendan y aporten algo especial. Han trabajado con ilustradoras como Lyona o Isa Muguruza.
«Cada par cuenta una historia», aclaran. El favorito de Sergio es Monkey food, unos coloridos monos con sus bananas, por ser el primero que diseñó, y de hecho es el superventas, y el de Aida, Freedom, las simpáticas ballenas azules. «Hemos crecido de forma constante desde 2018, y hoy Lucky Socks cuenta con una comunidad sólida de clientes que han adoptado los calcetines desiguales como un estilo de vida». Las cifras de ventas superan los 600 pares anuales y esperan seguir ampliando el alcance actual. Y es que aspiran a expandirse a más países a nivel europeo y a lanzar nuevas colecciones que aporten «alegría y suerte a nuestros clientes», siempre respetando su compromiso con la calidad y la producción local.
«Para nuestra empresa, el crecimiento es algo natural, pero no una obsesión; esto es algo en lo que he trabajado mucho hasta entenderlo», explica Aida. «Queremos que la marca siga evolucionando de forma orgánica, sin perder la esencia que nos caracteriza» por eso afirman que la prioridad es mantenerse fieles a sus valores, «disfrutando cada paso y el proceso de crear algo especial: queremos que el futuro de Lucky Socks siga lleno de autenticidad sin dejar de disfrutar el camino».
Solidaridad por la DANA en València: «Desde el sábado 2 hasta el martes 12 de noviembre todas nuestras ventas van destinadas a los afectados por la DANA»
Por ello, la marca está muy concienciada con la cercanía con sus clientes y comprometida con el colectivo LGTBI. Recientemente han organizado una campaña para ayudar a los afectados por la DANA en Valencia: «los ingresos obtenidos por las ventas hasta el martes 12 de noviembre se destinarán a Cruz Roja y a protectoras de animales de la zona. Está teniendo un gran impacto y, tanto ahora como en el futuro, les ayudaremos».
Lucky Socks vende principalmente en su tienda online (luckysocks.es), que hace envíos a toda España y a varios países de Europa, pero también tienen presencia en mercados de diseño en Navidad, donde les encanta interactuar con su comunidad.