El sector industrial en nuestra demarcación tiene un peso fundamental. Si a nivel de Catalunya representa una quinta parte del Valor Añadido Bruto (VAB), en Tarragona ese porcentaje sube hasta el 33%, desglosándose en un 20% en manufacturas y un 13% en energía, agua y gas, según datos de los Informes Anual Comarcal de BBVA y del Observatorio de la Industria de la Generalitat.
Tenemos un abanico bastante amplio de sectores industriales. Obviamente la petroquímica está a la cabeza, con el polígono más importante del sur de Europa, pero también hay empresas muy relevantes de la industria alimenticia, del sector auxiliar del automóvil, de celulosa, de fabricación de bienes de equipo, de material eléctrico etc., como podemos comprobar en esta publicación.
«La industria tarraconense está bien posicionada y no debe perder el tren del futuro, que pasa ineludiblemente por lograr la diferenciación y la excelencia»Y esta mayor proporción sobre el PIB de la industria tarraconense trae consigo empleo de calidad, con unos mayores salarios y una menor estacionalidad laboral en comparación a las zonas donde el sector servicios, con el turismo a la cabeza, es predominante. Por lo tanto debemos hacer todo lo posible para que nuestra industria florezca y se especialice en las áreas de mayor valor añadido, priorizando el conocimiento y la I+D+i. Además siendo respetuosa con el entorno y con las máximas garantías de seguridad. Este es el reto fundamental de futuro.
Se requiere ser competitivo a nivel internacional y para eso deben darse diversas condiciones: un marco normativo claro, estrecha colaboración de los agentes sociales, apoyo decidido de las Administraciones Públicas, costes energéticos razonables (potenciando además la economía verde), infraestructuras adecuadas (para aprovechar todo el tirón exportador que nos permite el Puerto de Tarragona) y conexión directa entre la empresa industrial y los centros de conocimiento y formación (con la Universitat Rovira i Virgili al frente).
Tenemos varios ejemplos a nivel internacional de países que han sabido especializar su industria y adaptarla a la nueva era digital. La mayoría de países desarrollados del mundo (Japón, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Corea del Sur, Suiza, países nórdicos…) tienen un tejido industrial importante, entendido en sentido amplio, no únicamente fabril. La gran potencia emergente, China, es considerada «como la fábrica del mundo». Todavía queda un largo camino por recorrer, pero la industria tarraconense está bien posicionada y no debe perder el tren del futuro, que pasa ineludiblemente por lograr la diferenciación y la excelencia, basadas en el conocimiento.