El BBVA informó hoy, en una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de su propuesta de fusión por absorción del Banco Sabadell, al que propone una ecuación de canje de una acción suya de nueva emisión por cada 4,83 títulos del banco catalán.
En su comunicación al regulador español, el BBVA califica esa prima como «muy atractiva para los accionistas del Sabadell», y precisa que supondría una prima del «30 % sobre la correspondiente a los precios de cierre de Banco Sabadell y BBVA del pasado 29 de abril».
Asimismo precisa que también supondría un 42% sobre la correspondiente a las cotizaciones medias ponderadas del último mes de ambas entidades y el 50% sobre esas mismas medias ponderadas de los últimos tres meses de Sabadell y BBVA.
Tras la fusión, los accionistas del banco catalán tendrían un 16 % de participación de la entidad resultante, beneficiándose así adicionalmente del valor generado por la operación, ha precisado BBVA.
BBVA plantea en su propuesta de fusión al Banco Sabadell que la nueva entidad fusionada tenga una doble sede operativa en España, una de ellas en el centro corporativo del banco catalán en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), ha informado este miércoles la compañía presidida por Carlos Torres.
De esta manera, desparecerían los servicios centrales que tiene desplegados el Sabadell en Barcelona y Terrassa.
El nuevo banco «reforzaría el papel de Barcelona como «hub» europeo para las empresas más innovadoras y disruptivas del mundo», añade el BBVA en su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que ha destacado «su total compromiso con Cataluña, un mercado clave para ambas entidades».
Desde una posición de mayor fortaleza, la entidad fusionada «intensificaría su apoyo al tejido empresarial, cultural, científico y social de Catalunya, a través de la actividad bancaria y de las respectivas fundaciones», ha agregado.
El BBVA ya cuenta con una importante presencia en Cataluña, pues tras la crisis financiera se hizo con Unnim, un pequeño grupo de cajas catalanas, y posteriormente adquirió al Estado CatalunyaBanc, fruto de la fusión liderada por Catalunya Caixa.
La sede social del BBVA está en Bilbao, pero su sede operativa, la ciudad BBVA se ubica en la zona norte de la ciudad de Madrid.
En el caso del Banco Sabadell, la entidad presidida por Josep Oliu tiene su principal sede operativa en Sant Cugat del Vallès, aunque tras el procès, trasladó su sede social a Alicante.
El Sabadell, que había ganado la subasta de la CAM, la Caja del Mediterráneo, tras haber sido intervenida, aprovechó las antiguas instalaciones de esta entidad en Alicante para fijar su domicilio social, decisión que hasta hace muy poco el propio Oliu defendía.
En una carta dirigida al Consejo de Administración de Banco Sabadell, la entidad presidida por Carlos Torres ha subrayado que la combinación de ambas entidades daría lugar al proyecto industrial más atractivo de la banca europea.
Asimismo ha destacado los beneficios de la fusión para ambas entidades, sus accionistas, empleados, clientes y las sociedades en las que operan.
El BBVA ha subrayado que la nueva entidad se convertiría en una de las mayores y más sólidas entidades financieras en Europa, con activos totales por encima del billón de euros y más de 100 millones de clientes a nivel mundial, con la ambición de ser el mayor banco por capitalización bursátil de la zona euro.
Para el BBVA esa mejora en eficiencia haría del banco resultante una entidad más «competitiva y rentable, con crecimiento en resultados en los próximos años a pesar de un contexto macroeconómico con perspectivas de bajadas de tipos de interés y un previsible menor crecimiento de la inversión crediticia en Europa».
Se refiere también al «encaje estratégico, con modelos de negocio complementarios» y a la presencia que la nueva entidad tendría en Reino Unido, donde está ya presente el Sabadell, así como en México, Turquía y América del Sur, en donde lo está el BBVA.
El grupo bancario BBVA planteó el martes al Sabadell por escrito su interés para proceder a una fusión, a lo que el banco catalán respondió que su consejo de administración «analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta».
Se trataría del segundo intento oficial después de que en noviembre de 2020, el BBVA y el Sabadell reconocieran que estaban negociando una fusión desde hacía meses, si bien dos semanas después de desvelar los contactos, las dos entidades anunciaron la ruptura de las conversaciones.
Esa posible fusión entre las dos entidades supondría la creación de un gigante financiero con 986.924 millones de euros en activos, con datos del cierre del primer trimestre de 2024, tendrían 135.462 empleados y una red de 7.115 oficinas, con presencia tanto en España como en varios países latinoamericanos.