El futuro de la alimentación pasa por producir, distribuir y consumir alimentos cada vez más sanos (por su aporte nutricional, calórico, …), más sostenibles (medioambientalmente, optimizando los recursos naturales finitos del planeta y evitando el despilfarro alimentario… y socialmente, protegiendo y potenciando el talento rural) y manteniendo sus propiedades organolépticas básicas (sabor, textura, olor, …) que tanto caracterizan y diferencian a nuestra gastronomía. Y afrontar estos tres retos de forma conjunta pasa, necesariamente, por la efectiva aplicación de tecnologías.
La industria agroalimentaria lleva años transformándose y digitalizando sus procesos productivos, administrativos, logísticos y comerciales implantando sistemas novedosos a nivel de sensórica, robótica avanzada, ‘IoT’, Inteligencia Artificial, …Tarragona ha sido un ejemplo claro en aquellos sectores liderados por sus principales empresas (aceite, frutos secos, arroz, pesca, frutas y hortalizas, vitivinícola, dulces, …) mediante el desarrollo de nuevos productos con mayor valor añadido, mediante innovaciones en procesos de producción más eficientes y/o con un menor impacto medioambiental (gestión del recurso hídrico, suelos, packaging o el aprovechamiento/reutilización de parte de esa producción que de otra manera se desperdiciaría).
Para alcanzar un cambio notable la agroindustria debe digitalizrse en un sistema conjuntoMantener la posición competitiva actual exige a la agroindustria tarraconense redoblar las inversiones en Tecnología y Data. Un esfuerzo que es individual pero también colectivo ya que, en nuestra opinión, el mayor impacto vendrá del desarrollo armónico y homogéneo del proceso de digitalización del conjunto del sistema, garantizando un mayor nivel de transferencia de información y conocimiento, de conectividad e interrelación entre todos los eslabones de la cadena de valor hasta llegar al consumidor.
Salud, sostenibilidad y sabor, las tres 'S' de la agroindustriaAvanzar en ello permitirá optimizar el uso inteligente de los datos desde el campo hasta la mesa con el fin de obtener mejoras globales en términos de experiencia del consumidor, eficiencia, seguridad, calidad, impacto medioambiental, economía circular, gestión de residuos, desarrollo de talento, …, con la vista puesta en las tres ‘S’: salud, sostenibilidad y sabor.
- Fondos europeos
Entre ellos, el del tan esperado PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) para el sector agroalimentario el cual, se prevé, impulse tres ámbitos prioritarios: automatización de procesos, reducción del impacto medioambiental de la actividad y digitalización y trazabilidad del sector alimentario.
Las empresas agroalimentarias tarraconenses, por su relevancia, deben ser protagonistas de esta oportunidad única. El éxito dependerá de su visión y de su capacidad de acción individual y colectiva.
Pedro Rodrigo es socio y responsable del programa ‘Futuro de la Alimentación’ de Deloitte