Red Eléctrica, la filial de Redeia responsable del transporte y la operación del sistema eléctrico en España, está ejecutando en Tarragona la Planificación 2021-2026 de infraestructuras eléctricas, fundamentales para el desarrollo económico y social de la provincia, a través del apoyo a la industria química en sus procesos de transformación energética, descarbonización y electrificación.
Hasta 2026, Red Eléctrica tiene previstas importantes inversiones, a través de la ejecución de infraestructuras concebidas desde el consenso, a través de procesos participativos y abiertos a la sociedad, con el objetivo de generar un impacto positivo permanente en el territorio, con criterios de sostenibilidad.
En este sentido, la compañía ya trabaja en proyectos tan relevantes como el nuevo eje de 220 kV Magraners-Espluga-Begues, que sustituirá de manera mejor integrada medioambientalmente y con mayores capacidades técnicas a la actual línea existente; o la nueva subestación Francolí de 220 kV, en Vilallonga del Camp, y que será imprescindible para dar servicio a los proyectos de descarbonización del complejo petroquímico del polígono norte.
Así mismo, las inversiones incluyen la nueva subestación de Masdenverge (Montsià), de 400kV, y cuya ejecución es fundamental para reforzar y mejorar la capacidad de la red de distribución, en un contexto de dinamización económica, con nuevas implantaciones industriales de alta demanda de electricidad.
El polígono petroquímico
Junto a estas actuaciones, Red Eléctrica trabaja en la definición del proyecto de renovación del antiguo eje de transporte de electricidad Escatrón (Zaragoza)-Els Aubals (Móra la Nova, Ribera d’Ebre)-La Secuita (Tarragonès). Un conjunto de infraestructuras que, al igual que la nueva subestación Francolí, será imprescindible para el desarrollo de nuevos proyectos en el polo petroquímico de Tarragona, inmerso en un importante proceso de descarbonización y electrificación de su producción.
Las actuaciones previstas en Tarragona servirán, por tanto, para mejorar la capacidad y seguridad de suministro, a la vez que para atender futuros desarrollos, sobre todo en los consumos del polígono petroquímico de Tarragona y Terres de l’Ebre. Dotarán a la provincia de las infraestructuras necesarias para afrontar, en condiciones de competitividad, los retos de reconversión industrial que afrontamos y que suponen la mayor oportunidad, para afianzar el crecimiento económico y el empleo de la región, en línea con la transición energética.