La Unión Europea tiene como meta reducir sus emisiones de C02 un 55%. El objetivo que se marca es tener al menos 30 millones de coches cero emisiones en sus carreteras para 2030. Sin embargo, según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) para conseguir estos objetivos, serán necesarios unos 60 millones de puntos de recarga públicos y privados en todo el continente.
Europa espera que el 50% de los vehículos que se vendan este año sean enchufables.
Los fabricantes europeos han solicitado que la próxima revisión del reglamento de la Unión Europea se base en objetivos “estrictos” de puesta en marcha de infraestructura de recarga. Indican que, en la actualidad, las empresas no están preparadas para adaptar sus tecnologías y alcanzar nuevas metas. Se debe conseguir un vínculo entre los objetivos de reducción de emisiones de C0₂ y los objetivos de despliegue de puntos de carga.
“Teniendo en cuenta los largos ciclos de desarrollo tecnológico y de producción de la industria automovilística, simplemente no es posible cambiar ningún parámetro técnico de los vehículos tan tarde si esos modelos tienen que estar listos en el mercado para 2025”, ha afirmado ACEA.
Las autoridades europeas deben comprometerse a intensificar el despliegue de puntos de carga eléctricos.
Por otra parte, la Asociación se muestra abierta a la hora de endurecer los objetivos de emisiones C0₂ para 2030. Siempre y cuando las autoridades europeas y los estados miembros se comprometan a intensificar el despliegue de puntos de carga eléctricos.
Por ejemplo, si lo que se pretende es reducir un 50% las emisiones con los vehículos electrificados representando un 50% del total de las matriculaciones, serían necesarios unos 6 millones de puntos de carga públicos.
A juicio de los fabricantes, harán falta unos 60 millones de puntos de carga públicos y privados en Europa. Así como, 1.000 estaciones de carga de hidrógeno públicas para cumplir los objetivos medioambientales impuestos para 2030.