El salario real (descontando el efecto de la inflación) por cada hora trabajada ha caído un 4 % en España desde finales de 2019, justo antes de que estallara la crisis de la covid, hasta el primer trimestre de este año, cuando en el conjunto de la OCDE ese descenso se ha limitado al 2,2 %.
En su informe anual de perspectivas sobre el empleo publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que el mercado laboral español ha mostrado “una notable resistencia y dinamismo en los últimos tiempos”, con un aumento del empleo del 1,2 % en el primer trimestre.
No obstante, también hace notar que España sigue siendo, con diferencia, el país con la tasa de paro más elevada (12,7 % en mayo), cuando la media de los miembros era del 4,8 % ese mes.
Y esa tasa se mantendrá a un nivel “relativamente alto”, del 12,6 % el resto del año.
Los países en los que más valor adquisitivo ha perdido el salario horario desde la pandemia han sido Costa Rica (10,8 %), Estonia (9,6 %), República Checa (8,3 %), Italia (7,5 %) y Países Bajos (7,4 %).
En el otro extremo, se han revalorizado en 10 de los miembros de la OCDE, entre ellos Francia (1,5 %) y el Reino Unido (1,9 %), pero sobre todo en Corea del Sur (5,3 %), Israel (5,4 %) y Lituania (7,1 %.
Los autores del estudio calculan que la subida de tipos de interés que viene produciéndose desde comienzos de 2022, va a tener un impacto negativo en la inversión privada y en una ralentización del crecimiento que acarreará un ligero incremento de la tasa de paro en el conjunto de la OCDE, desde el 4,9 % a finales del pasado año hasta 5,2 % al terminar 2024.
Los mayores incrementos, de unos 0,75 puntos porcentuales, se esperan en Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos.
España no va en esa línea, pero el desempleo se mantendrá en niveles relativamente elevados, del 12,6 % en lo que queda de 2023.
Aunque desde el comienzo de la covid, la reducción de la tasa de paro ha sido significativa en España (1,1 puntos porcentuales, del 13,8 al 12,7 %), ha sido todavía mayor en países como Italia (2,1 puntos, del 9,7 al 7,6 %) o sobre todo Grecia (6,2 puntos, del 17 al 10,8 %).
En su análisis sobre el impacto potencial de la inteligencia artificial, los responsables del estudio destacan que en España un 28 % del empleo se encuentra en ocupaciones con alto riesgo de automatización, ligeramente por encima del 27 % para el conjunto de la OCDE.
Reconocen que España, consciente de la importancia que tendrá la capacitación en el mercado de trabajo con la irrupción de la inteligencia artificial, es uno de los pocos países miembros que está financiando una estrategia global de competencias a nivel estatal centrada en competencias digitales y cognitivas necesarias.