La innovación y el desarrollo es un elemento fundamental para garantizar la llegada de la movilidad sostenible. Muestra de ello es el último hallazgo del que se hace eco El Confidencial. Según una investigación realizada por la investigadora Carrie Hall, profesora del Instituto Tecnológico de Illinois, existiría un novedoso sistema que con una sencilla actualización convertiría a los diésel en coches ecológicos. ¿Cómo sería posible? ¡Sigue leyendo!
Esta investigadora ha dado con una manera sencilla y barata de modificar los motores diésel para que sean compatibles con otros tipos de combustible, incluyendo los biocombustibles. ¿Qué se necesitaría? El sistema apenas requiere inversión para los conductores, usarlo es tan sencillo como actualizar el ‘software’ del vehículo, siempre que este lo permita.
En la actualidad, los motores de los coches están adaptados para un combustible concreto. Pero, ¿y si esto dejase de ser así? La investigadora ha encontrado una manera de conocer en detalle cómo es el comportamiento del combustible dentro de un motor diésel. Para ello, ha utilizado la información que ofrecen los sensores que llevan los coches modernos haciendo uso de redes neuronales y de la inteligencia artificial.
Todo este estudio ha generado una estructura fácilmente modificable que permite adaptar el vehículo a distintos tipos de combustible. Con esta opción, únicamente habría que actualizar algunos parámetros del modelo que corresponden a las propiedades medibles de los combustibles.
Motores inteligentes para afrontar la movilidad sostenible
“Hacer que los motores sean lo suficientemente inteligentes como para utilizar una gama más amplia de combustibles también abre la puerta a otras posibilidades, como el uso de combustibles neutros o negativos en carbono. Como hablamos de una actualización de software, cualquier persona puede ponerlo en su vehículo sin incurrir en demasiados costes adicionales. En realidad no van a tener que cambiar el ‘hardware’ de su vehículo”, afirma Hall.
Son ya muchas las voces que afirman que únicamente con vehículos eléctricos no se alcanzarán los objetivos medioambientales. Encontrar fuentes alternativas de combustible es clave para cumplir las metas previstas en las legislaciones internacionales.