El IBEX 35, el principal índice de la Bolsa española, ha bajado este lunes un 2,34 %, el mayor retroceso desde marzo de 2023 -durante la crisis de Credit Suisse-, ante el temor de los inversores a que la economía de EE.UU. entre en recesión.
El selectivo, que encadena cuatro sesiones en negativo, ha moderado su descenso en el tramo final de la jornada y ha cerrado en 10.423,4 puntos, el nivel más bajo desde marzo, arrastrado por la caída de las bolsas asiáticas y la apertura bajista de Wall Street.
El IBEX, que ha llegado a perder más del 3 % en la sesión, aún gana un 3,2 % en lo que va de año.
Todos los valores del selectivo han terminado en rojo. Los retrocesos más acusados han sido para Fluidra (-6,36 %), Enagás (-5,14 %) y Acciona (-5,05 %). Los menos afectados han sido Inditex (-1,07 %), Bankinter (-1,39 %) y Banco Santander (-1,58 %).
El nerviosismo de los mercados se desató el jueves tras publicarse datos de empleo y actividad industrial en EE.UU. peores de lo esperado y se intensificó el viernes al constatarse el enfriamiento del mercado laboral estadounidense.
A este factor se unen los resultados decepcionantes de algunas compañías tecnológicas y la subida de los tipos de interés en Japón, que ha llevado a los inversores que se habían endeudado en yenes para invertir en otros activos más rentables ('carry trade') a venderlos para liquidar su deuda.
Durante buena parte de la sesión, los inversores se han dirigido a la renta pública, sobre todo a la considerada más segura, como la alemana, lo que ha elevado el precio de los bonos y ha reducido su rentabilidad.
Sin embargo, la situación ha ido cambiando y las rentabilidades de los bonos europeos han cerrado al alza.
El rendimiento del bono español a diez años, el de referencia, ha escalado hasta el 3,082 %.