El BBVA insiste en que la última palabra sobre la OPA para adquirir la mitad del Banco Sabadell corresponde a sus accionistas. “Entendemos que son los accionistas, los propietarios del Banco Sabadell, quienes deben decidir en un momento determinado si consideran atractiva o no la oferta que hemos lanzado. Algo que puede parecer excepcional o fuera de lo normal, nosotros lo consideramos normal y habitual”, ha manifestado el ‘country manager’ de la entidad, Peio Belausteguigoitia, en un desayuno-coloquio con políticos y empresarios del Camp de Tarragona organizado por la Fundació Gresol. Según Belausteguigoitia, la entidad resultante de la fusión podría aportar al sistema financiero estatal 5.000 millones de euros adicionales en créditos.
El responsable del BBVA en España se dirigió a los empresarios y cargos institucionales presentes en el acto para, indirectamente, apelar a los accionistas del Banco Sabadell ante la decisión sobre la OPA.
“Incluyendo a todos los que estamos en la sala, en todas las transacciones de la vida decidimos si nos parece bien o mal. Cuando nos hacen una oferta por la casa en la que vivimos, decidimos si es correcta. Es nuestra decisión si el precio es adecuado, si nos gusta o si diremos que sí. Lo que es normal en todos los aspectos de la vida, ¿por qué no debería serlo en el sector financiero?”, ha cuestionado.
Belausteguigoitia ha aclarado que el ajuste de la oferta hecho público este martes está pensado para adaptar las condiciones al anuncio del pago de dividendos por parte de ambas entidades. “El día que pagan dividendo, todas las compañías bajan en la bolsa. Exactamente lo equivalente al dividendo. Cuando haces una ecuación de canje, ya ajustas que se irá modificando en relación con el pago de dividendos por parte de la compañía que hace la oferta”, ha señalado.
Dividendos para todos
El BBVA también ha anunciado el pago de dividendos. Así, si los accionistas del Sabadell aceptasen la oferta –con un 50,01% de los apoyos–, además de la ecuación de canje estipulada, recibirían los 0,29 euros que el 10 de octubre recibirán los accionistas de la entidad compradora.
El directivo repasó los supuestos beneficios que la operación traería no solo para la entidad que dirige sino, supuestamente, para el sistema financiero en general. En este sentido, cifró en “más de 5.000 millones de euros anuales” los créditos que la entidad resultante podría inyectar, en contraste con su capacidad actual “por separado”.
También justificó, en el contexto de la actual estructura empresarial mundial, la necesidad de que la Unión Europea cuente con entidades financieras entre las más importantes de la economía global. Recordó, en este sentido, que el primer banco europeo en el ranking mundial se encuentra actualmente en la vigésimo sexta posición, por detrás de entidades de todo el mundo.
Belausteguigoitia tampoco ve inconvenientes en términos de competencia ni en un posible empeoramiento de las condiciones de acceso al financiamiento por parte de las pequeñas y medianas empresas ante un proceso de concentración. Defendió que las últimas grandes operaciones de fusión en España –el Santander absorbiendo al Banco Popular y Banco Pastor, además de Caixabank con Bankia– no habrían tenido efectos negativos para la competencia en general.
El sistema ha “naturalizado” la concentración
“El sistema ha naturalizado la integración de tres bancos, dos de ellos muy relevantes, y deberíamos haberlo notado en el acceso al crédito y el coste del financiamiento, pero lo cierto es que nadie lo ha notado; los precios de las hipotecas son más baratos y el financiamiento de las empresas es más barato”, aseguró.
El directivo del BBVA subrayó la importancia de la “eficiencia” para justificar esta controvertida operación. “El objetivo es crecer e integrar lo mejor del Banco Sabadell y el BBVA”, destacó, reconociendo el papel destacado de la entidad objeto de la OPA en el mundo del crédito empresarial.
Para intentar destacar el papel de apoyo financiero a las empresas, Belausteguigoitia explicó que, mientras la cifra de créditos del sistema bancario español ha caído de los 471.000 millones de euros a finales de 2020 a los 450.000 millones actuales, un -4,3%, en este mismo periodo la entidad que dirige ha crecido 175 puntos básicos en este ámbito.