Hace apenas unas semanas daba inicio la 4a edición de la Incubadora TIC i Foodtech de Redessa con la finalidad de seguir ayudando con formación específica y visión de negocio -hasta prácticamente el mes de octubre- a 10 startups y darles un impulso transversal de cara a su llegada al mercado profesional.
Una de las startups seleccionadas de la veintena de proyectos presentados es Melius Organics -con base de operaciones entre Reus y Tarragona- y con el objetivo de marcar un punto de inflexión en la industria agroquímica y farmacéutica.
Formada por Jordi Mestre, Miguel Bernús y exinvestigadores de la URV, Melius Organics trabaja para poder desarrollar nuevos productos químicos y servicios en los sectores agroquímicos y farmacéuticos con la finalidad de «acelerar procesos, desarrollar principios activos químicos más eficientes y sobre todo, apostar también por una química más sostenible y con menos efectos secundarios o contaminantes de ecosistemas de los que, en algunas ocasiones, se usan hoy en día».
Entre los objetivos a corto plazo de Melius Organics destaca también mejorar la vía de comercialización de sus cerca de 40 productos que actualmente podrían tener salida en el mercado. «Llevamos meses trabajando de puertas adentro y el objetivo ahora, es cristalizar el trabajo realizado, compartir nuestro know-how del sector, salir al mercado y empezar una etapa de expansión, comercialización, primeras ventas y de retorno económico», aseguran.
Mestre y Bernús explican que en la hoja de ruta de Melius Organics hay dibujadas diferentes etapas y una vez cerradas estas fases iniciales de formación en Redessa y comercialización de productos, está la de poder disponer de un laboratorio propio en la demarcación de Tarragona para poder trabajar todas estas propuestas de forma más independiente a la actual, así como poder crear productos únicos en función de la demanda y las peticiones concretas que puedan surgir de las empresas del sector.
«Queremos encontrar la fórmula de poder dar respuestas concretas a las peticiones que nos pueden llegar de otras empresas del sector», explican.
Tanto Mestre como Bernús aseguran que la ubicación de su laboratorio en la provincia de Tarragona «es clave y estratégica» por lo que representa la industria química en la demarcación, pero también por toda la parte de investigación que hay a su alrededor. «La URV, Eurecat y ICIQ son muy potentes. Estar aquí es un valor añadido dentro de nuestra misión y visión empresarial. No queremos ir a Barcelona como hacen otras startups».
Para lograr ese «espacio propio», Melius Organics se plantea una inversión cercana a los 100.000€ (entre alquiler de espacio y equipos) y que se podría materializar en un plazo de dos o tres años vista aunque dependerá -en gran parte-, del proceso comercial y de las primeras ventas que se realicen o bien, abrir la puertas a la entrada de inversores que «ayuden a acelerar todo este proceso que ahora mismo está cogiendo forma».
Cerrado este primer gran dibujo, una última línea de negocio es colaborar con otros distribuidores ya establecidos en los diferentes mercados.