Desde una ópera de pequeño formato en el Gran Teatre del Liceu hasta la inauguración de una tienda de IKEA en la Avinguda Diagonal de Barcelona, pasando por un evento de marketing para clientes coreanos en La Roca Village. Go Floral, con sede en Tarragona -donde en el barrio de Sant Pere i Sant Pau cuenta con un taller, almacén y punto de atención a clientes- ofrece propuestas de estilismo floral personalizadas para empresas y particulares que buscan ir más allá de los simples arreglos florales.
Al frente de este proyecto, que arranca en 2020 y acelera en plena pandemia de la mano de Ascasud (asociación de séniors del Camp de Tarragona dedicada al acompañamiento empresarial), se encuentra Diana Garcia (Ciudad de Guatemala, Guatemala, 38 años), afincada en Altafulla (Tarragonès) desde hace una década.
Ambientóloga de formación, con el cambio de vida tras su llegada al Camp de Tarragona «quise buscar la parte creativa», explica. Centrada hasta entonces en tareas de ingeniería ambiental para la recuperación fluvial, tras introducirse en el mundo de la floristería con una amiga en Barcelona, empezó a buscar sus primeros clientes (su primer encargo lo logró en 2015 en un hotel de Altafulla) hasta que, ya en 2020, adquirió un local propio en Tarragona que el estallido de la pandemia global de Covid-19 le impidió inaugurar en la fecha prevista (en marzo), y que terminó estrenando en el año 2021.
Con tres grandes áreas de actividad (eventos, empresas y particulares), los eventos, que engloban bodas, celebraciones y fiestas, concentran hoy el grueso de su trabajo, con una temporada alta de bodas que arranca en abril y finaliza en octubre. Ahora, el reto es desestacionalizar su negocio, creciendo en los proyectos orientados a empresas.
Tras el empuje logrado con el acompañamiento de Ascasud, que llevó a esta emprendedora a «reorientar mi manera de actuar, mucho más eficaz y dirigida ahora», explica, «desde entonces he duplicado el volumen de trabajo, incorporando a dos trabajadores a jornada completa y a otro más a media jornada durante la temporada de bodas».
Espera cerrar este año con unas 35 bodas y media docena de talleres, que lleva a cabo principalmente durante los días de Navidad, además de afianzar su crecimiento en el sector empresarial, con la participación en escenografías como las que ha llevado a cabo en el Gran Teatre del Liceu, inauguraciones de tiendas como la de IKEA o proyectos de escaparatismo comercial como los que ha puesto en marcha en algunas tiendas de Tarragona.
Temporada y proximidad
La flor de temporada y de proximidad es la base de su trabajo, en unos proyectos que buscan «un estilo bastante orgánico, intentando reproducir la naturaleza», y que refuerza con material local recolectado en el campo: «Si yo elijo una rama, sé qué movimiento y textura quiero lograr», razona.
Todavía no se ha adentrado en el paisajismo, «aunque es un área que quiero tocar», pero «sí que he empezado a hacer instalaciones permanentes, como los escaparates, o la última reforma del hospital de Granollers, donde hemos hecho una pared verde». Un camino que, asegura, va a seguir explorando.