Andrea Firenze: «El polo petroquímico de Tarragona tiene una oportunidad de oro en la mano»

Tras una inversión de 200 millones de euros, la multinacional química alemana Covestro acaba de poner en marcha una nueva planta de cloro en sus instalaciones de La Canonja, en el Polígono Sur del polo petroquímico de Tarragona, donde empleará a 50 personas.

¿Qué implicaciones tendrá esta nueva planta de cloro en el centro de producción de MDI que Covestro ya tiene en Tarragona?

Tener nuestra propia planta de cloro [una materia prima que sirve para la producción de MDI, precursor a su vez para la fabricación de espuma rígida de poliuretano] ha sido una solución muy atractiva para ajustar la situación de costes de la planta de MDI, fabricando nuestra propia materia prima y aplicando por primera vez una tecnología desarrollada hace veinte años por Covestro (entonces Bayer), que nos permite producir cloro con un consumo de electricidad un 25% inferior a cualquiera de las mejores tecnologías que hay actualmente en el mercado.

¿Ganan competitividad?

Sin duda. Durante veinte años habíamos estado buscando la oportunidad de aplicar esta tecnología a las plantas de Covestro, y esa oportunidad llegó en Tarragona. Para tratar de defender nuestra posición de eficiencia y costes [en el centro de producción de Covestro en La Canonja] teníamos dos opciones: invertir un poco más con esa planta de cloro o ahorrarnos esa inversión y mantenernos así, con ese ahorro, al mismo nivel de la competencia. Por suerte, y viendo los costes eléctricos que hay hoy en Europa, se decidió la primera opción.

¿Se resitúa internamente Tarragona, dentro de la estructura global de Covestro, en una mejor posición?

Haciendo mención a los comentarios de nuestro CEO, Markus Steilemann, la inversión no solo es muy importante para Tarragona, sino para todo Covestro, porque pasamos a tener una planta muy competitiva en Europa, a la vez que hace que se contemple Tarragona de forma diferente para futuros proyectos de ampliación.

¿Hay más proyectos en marcha para Tarragona?

Teníamos un proyecto para la ampliación de un 30% en nuestra capacidad de producción de la planta de MDI pero, lamentablemente, con el Covid a partir de 2020 y la caída en el consumo, los proyectos de ampliación perdieron atractivo. Después, con la crisis de Ucrania, esa situación se ha mantenido. Pero estoy seguro de que esta inversión [en la nueva planta de cloro] en Tarragona nos pone en una posición bastante más atractiva para aprobar proyectos de inversión a futuro. Veo la posibilidad de ampliar nuestra capacidad con una inversión importante en Tarragona y crear puestos de trabajo, siempre que la coyuntura económica lo permita. Eso, sin la planta de cloro que acabamos de poner en marcha, no sería posible.

Esa mejora del atractivo de Covestro en Tarragona para entrar en un círculo virtuoso de captación de nuevas inversiones, ¿lo ve de forma generalizada en el resto de empresas presentes en el polo petroquímico de Tarragona?

Es difícil responder a esta pregunta, porque las empresas tendrán impactos distintos a esta crisis. Debido a la situación de costes que tenemos en Europa, eso pone a la industria química europea en una posición de baja competitividad, con costes altos y unos precios que, como empresa, puedes subir solo hasta un límite. Así, muchas empresas han decidido hacer importaciones de otras partes del mundo, y cada empresa se verá más o menos afectada a partir de su setup global. La casuística variará muchísimo de empresa a empresa, lo que no quita que todos estemos buscando opciones de futuro.

Salvando esas particularidades, habrá una coyuntura común y compartida. ¿No es así?

Cierto. La recuperación económica en España ha sido mucho mayor que en otras partes de Europa, y se nota una oportunidad en nuestra zona, que es muy favorable para una mejora de la demanda, pero no olvidemos que la industria es todavía el sector que da empleos de más calidad, indefinidos y bien pagados. Dicho esto, en los 15 años que llevo aquí, es la primera vez que veo a Tarragona en una situación energética más competitiva que en el norte de Europa, gracias a la excepción ibérica y al crecimiento de las renovables, y todo esto puede ser el camino que nos ayude a medio plazo a fortalecer la industria química en el sur de Europa.

¿Y estamos aprovechando esta oportunidad única de ventaja competitiva que constata?

Pienso que es importante que seamos capaces de enseñar nuestras fortalezas. Y si los costes energéticos bajan, hay que explicar que no es una casualidad. Además, no olvidemos que la situación de Tarragona, al lado de un puerto como el que tenemos, es una gran fortaleza para exportar.

Planteemos la pregunta de forma distinta. En su site de Tarragona, Covestro dispone de espacios abiertos a la implantación de otras empresas, a las cuales ustedes no solo les ofrecen suelo industrial, sino servicios y productos, aprovechando sus propias sinergias y las del polo petroquímico.

Así es.

¿Han notado un mayor interés por el polo petroquímico de Tarragona? ¿Gana atractivo para la instalación de nuevas empresas?

Después de un bajón de un par de años, la cosa ha vuelto a calentarse. Tenemos a la AEQT (Associació Empresarial Química de Tarragona) y ChemMed, que unen a las empresas químicas [del polo petroquímico de Tarragona], y si necesitas instalarte aquí, seguro que encontrarás las materias primas que necesitas entre estas empresas, con conexión por tubería entre ellas y una organización favorable para la inversión. Siguiendo con su pregunta, sí que se notan en el último año más preguntas de empresas; con un perfil, además, más interesante.

¿A qué se refiere?

Se trata de empresas que se encuentran en el ámbito de las biorenovables y las producciones verdes, ya no nos llegan consultas con producciones químicas antiguas, tradicionales... ahora son cada vez más verdes, más bio.

Empresas multinacionales hay las que hay, y en Tarragona hay unas cuantas. ¿Qué perfil tienen estas empresas que se interesan ahora por implantarse aquí? ¿Son pequeñas, medianas, grandes empresas...?

Son empresas medianas y pequeñas, muy innovadoras, con las ideas claras y muy enfocadas al futuro. Lo cual me da mucha alegría, porque parece que esta es la nueva ola de la industria química en Tarragona.

Una tendencia que las gran-des empresas del polo petroquímico ya han emprendido. ¿Lograremos completar en Tarragona esa transformación?

Atendiendo a los proyectos publicados, da la impresión de que el tema del hidrógeno, con la Vall de l’Hidrogen de Catalunya [donde Tarragona acogió recientemente la asamblea para la presentación de sus grandes líneas estratégicas] puede dar muchas ventajas competitivas. Junto a la Vall de l’Hidrogen de Catalunya, el corredor de hidrógeno H2Med entre Barcelona y Marsella es también muy positivo de cara al futuro, y nos abre ciertas puertas.

¿Podemos aspirar a liderar esa transición en Europa?

Solo pensando en los anuncios de inversiones que son públicos, eso ya es una señal de que algo se está moviendo, pero el concepto de sostenibilidad, cuando hablamos de tecnologías, no es algo que tengamos claro todavía, porque hay cierta incertidumbre tecnológica que nos frena a meternos de lleno en algunas tecnologías que todavía no están claras. Pero pienso que, en términos generales, las oportunidades se están aprovechando de una manera correcta.

¿Puede ser Tarragona el gran polo de atracción para el desarrollo de esas tecnologías industriales sostenibles? ¿Veremos proliferar pruebas piloto y startups?

Me arriesgaría a decir que Tarragona es la mejor ubicación para hacerlo. Y es mucho mejor tener a estas empresas haciendo sus investigaciones aquí que en medio de cualquier sitio en el que no haya la posibilidad de un intercambio con la industria ni posibles clientes para ellas. Es evidente que no somos los únicos: están Rotterdam, Amberes, Alemania... pero el sur de Europa va enseñando algunas ventajas competitivas. Aunque para ello es fundamental el apoyo de la Administración Pública. Tenemos una oportunidad de oro en la mano, y con el apoyo de la Administración podríamos sacar muchas cosas adelante.