El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la sociedad estatal Aguas de la Cuencas Mediterráneas (Acuamed), ha retomado los trabajos de descontaminación del embalse de Flix para garantizar la completa eliminación de los lodos tóxicos allí acumulados.
Para la realización de estas tareas, el Consejo de Administración de Acuamed acordó, el pasado 27 de octubre de 2017, autorizar la encomienda de gestión a la empresa pública Tragsa, con un presupuesto de 44.654.498 euros y un plazo de ejecución de 19 meses.
Los trabajos incluyen la extracción de 79.300 metros cúbicos de material, entre ellos 33 toneladas de material contaminante, de los cuales casi un 50% es DDT.
Originalmente, los trabajos para la descontaminación del embalse de Flix fueron adjudicados a la UTE Ebre Flix, que firmó el contrato de obras en abril de 2008.
Este contrato fue resuelto por el Consejo de Administración de Acuamed el 1 de febrero de 2018 dada la negativa de la UTE a finalizar los trabajos de descontaminación, según relata el ministerio.
Desde esa fecha, "se han mantenido numerosas conversaciones con el contratista destinadas a concertar las condiciones en las que Tragsa pasaría a ser responsable de las instalaciones para dar continuidad a las labores de descontaminación", argumenta el ministerio.
Finalmente, el pasado 9 de mayo se alcanzó un acuerdo para la entrega de las obras, y el martes, día 22, se dejó constancia, mediante acta notarial, del estado de las instalaciones de la obra, a requerimiento de Acuamed.
La dirección general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat comunicó ayer el traspaso de las autorizaciones ambientales integradas de la actuación de descontaminación del embalse de Flix a Tragsa, un traspaso que culmina el proceso de toma de posesión de las instalaciones de la obra, de forma que a partir de ayer miércoles pueden retomarse las labores de descontaminación.