Los fondos de transición nuclear, creados para afrontar el futuro cierre de las centrales nucleares catalanas, encaran una nueva etapa y lo hacen con la creación de una nueva línea de ayudas a las empresas que inviertan en el territorio de influencia de las plantas de Ascó y Vandellòs. Aunque su dotación todavía no está definida, se activará en 2025 y se diseñará de forma conjunta con los agentes económicos y sociales. La gestión de los fondos contará también a partir de ahora con una secretaria técnica de gestión, que era otra de las demandas tanto de los ayuntamientos como de las empresas.
Según detalló el nuevo secretario de Empresa i Competitivitat de la Generalitat, Jaume Baró, en la reunión del órgano de gobierno celebrada en la sede del Consell Comarcal de la Ribera d’Ebre en Móra d’Ebre, la definición de esta nueva línea de ayudas «se hará con y para el territorio». Entre las actuaciones que se podrán subvencionar están proyectos de generación de puestos de trabajo, digitalización, de reindustrialización y de transición energética.
«Se trata de una línea de apoyo para las empresas específica para las zonas del PENTA I PENTA II», insistió, con el objetivo de dar respuesta el espíritu con el que nacieron los fondos de transición nuclear: la generación de puestos de trabajo y diversificación de la economía en la zona de influencia de las centrales.
El alcalde de Ascó, Miquel Àngel Ribes, valora que se atienda la demanda que se había hecho desde el mismo órgano de gobierno de los fondos nucleares. «No es lo mismo hacer unas líneas de subvención abiertas a toda Catalunya que destinarlas a un sitio y situación tan específica como la nuestra», señaló.
La alcaldesa de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Assumpció Castellví, destacó también que «se podrán beneficiar empresas más pequeñas, que son las que en gran mayoría tenemos en nuestro territorio».
El órgano de gobierno de los fondos acordó también acelerar la puesta en marcha de dos mecanismos técnicos, que son la red de impulso, formadas por las cámaras de comercio y entidades empresariales y sociales; y las secretarias técnicas, a través de los consejos comarcales. «Nos tienen que ayudar no sólo a redactar las nuevas bases y diseñar mejor las líneas de apoyo, sino también a llegar a las empresas y ayudar a los municipios más pequeños», apuntó Baró.
El alcalde de Flix y presidente del Consell Comarcal de la Ribera d’Ebre, Francesc Barbero, destacó la prioridad de desarrollar la red técnica de los fondos. «Si hemos tenido alguna carencia en el despliegue del Fondo de Transición Nuclear ha sido ésta». También puso de relieve un mensaje unitario y de trabajo conjunto, «de cerrar filas todos, agentes sociales, cámaras, representantes del mundo local y Generalitat». «Es una herramienta excepcional, de la que no disponen otros territorios nucleares del Estado, que requiere este consenso», enfatizó.
Ayuntamientos
Durante la reunión también se anunció una nueva convocatoria de concurrencia competitiva dirigida a entes locales para que puedan financiar «proyectos alineados con la transición nuclear y la generación de alternativas económicas en el territorio», y se trató sobre el estado de distribución de los Fondos del 2023 y del 2024.
El objetivo de este fondo es dar respuesta al impacto del cierre de las centrales, que comportará la desaparición de una media de 3.000 puestos de trabajo directos e incidirá en el tejido económico de 96 municipios del Priorat, el Baix Camp, el Montsià, la Terra Alta, la Ribera d’Ebre, el Baix Ebre, las Garrigues y el Segrià, que rodean las centrales de Ascó y Vandellòs.
El órgano de gobierno del Fondo está integrado por representantes de los municipios, agentes sociales y lo preside la Secretaría de Empresa y Competitividad del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, con la vicepresidencia para los alcaldes de Ascó y Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant. El presupuesto anual de los fondos es de unos 80 millones de euros.