Las nucleares Ascó I y II y Vandellòs II generaron el 59% de la energía consumida en Cataluña y el 8,8% del consumo peninsular de 2023.
Como detalla la Associació Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV) que las opera , la producción de electricidad bruta de las tres plantas fue de 23.385,93 millones de kilovatios hora (datos provisionales de Red Eléctrica de España).
Esta aportación ha cubierto el 30% del sistema eléctrico, la energía que gastan cerca de 19 millones de hogares. ANAV señala «se ha ahorrado la emisión de 8,3 millones de toneladas equivalentes de CO2».
La propiedad de las tres nucleares catalanas remarca que «sigue preparándolas para alargar su actividad en las mejores condiciones de seguridad y fiabilidad», con una inversión de unos 100 millones de euros.
La nuclear de Vandellós II produjo 8.923.460 megavatios por hora (MWh), Ascó I produjo 6.936.280 MWh y Ascó II 7.526.190 MWh. Las dos plantas de Ascó hicieron paradas de recarga de combustible más largas de lo habitual, para realizar «inspecciones previas a la entrada en operación a largo plazo».
Vandellós II tuvo factor de carga del 93,7% y Ascó I y II del 75%. El factor de carga es la diferencia entre la energía eléctrica producida en un período y la que se podría haber producido con la planta funcionando al 100% de potencia en el mismo período.
Las inversiones para alargar la vida útil de las nucleares pasaron por modernizar equipos, sistemas y componentes e impulsar una renovación generacional del equipo humano.
El año pasado, ANAV concluyó con resultados satisfactorios el programa de evaluación SALTO (Aspectos de Seguridad para la Operación a Largo Plazo, en sus siglas en inglés) del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El OIEA constata que se cumplen sus estándares en «la práctica totalidad de las actividades de gestión del envejecimiento y operación a largo plazo» de las tres plantas nucleares catalanas.
ANAV ha sido la primera operadora española de centrales nucleares en someterse a esta evaluación, un «exhaustivo» proceso de evaluación que se ha pedido «voluntariamente» para operar a largo plazo según los mejores estándares internacionales de seguridad y fiabilidad de la industria.